DAVID MELÉNDEZ • Veinte que tienen todo para sonar este año.
Vaticinar: actividad de lúdica a infame. ¿Dónde radica el valor por aseverar que cierto sonido será requerido por la masa, los medios o las minorías para alzarse como estandarte en 2014?
Los puntos a destacar pueden ser infinitos, pero el criterio bien cimentado o el oído aguzado para desenmascarar el sonido con valía y semblante único siempre serán los mejores aliados para salir con la victoria tomada por los cuernos.
Aunque enfundarse la máscara de Nostradamus para presagiar y presentir nunca es una actividad remunerada y más bien sujeta a las críticas a mansalva por el fallo de alguna “predicción” que jamás se cumplió, he aquí esta muy dilecta lista de nombres, proyectos o músicos que —seguramente— tienen todo a su favor para repiquetear este año que arranca con el panorama de la variedad sonora en su punto más álgido desde que tenemos conciencia. Veinte actos que pueden consagrar su nombre y propuesta hacia un futuro no muy lejano.
1. La Femme (Francia)
Contadas ocasiones un grupo ofrece cotas hipnóticas de alto octanaje, entretejidas a un coldwave surrealista pasado por rebop y yé-yé. Lo mejor del asunto es que su propuesta dignifica otras “oscuras” que yacen todavía desconocidas. Curiosidad social: si el hipster de la cuadra o el vecino estudiante de Letras asevera que es fanático de Marie et les Garçons, Elli et Jacno o Taxi Girl, seguramente recién acaba de toparse con la magia sombría de La Femme. Track lúgubre para mortificar neuronas: “Packshot”.
2. bEEdEEgEE (Estados Unidos)
¿Pop diletante? Ni al caso: este proyecto de lúdico apelativo es culpa de Brian DeGraw (Gang Gang Dance). Ningún jam, puro ritmo de brillo prístino con base en el synthpop de temperatura templada, y algo de dub para enfervorizar la pista de baile. Canción magma: “Flowers” (con Lovefoxxx de CSS en vocales).
3. MØ (Dinamarca)
Karen Marie Ørsted es parte gangster, parte barrio y conjuro hip-hop. Su voz es tifón con gemidos jazzy incluidos, mismos que se funden al sonido del breakbeat que jamás revienta sobre la playa del synthpop, pero que flota en vaivén de cadencia electrónica de frigorífico. Corte de seducción: “Waste of Time”.
4. Jake Bugg (Inglaterra)
Promesa vuelta realidad: sólo este jovenzuelo (apenas 20 años que no se creen) tiene la clave para dignificar al folk rock, mas no al de Dylan sino aquél de Donovan y Johnny Cash. Rick Rubin lo considera un Ungido. Arpegio de melancolía avasalladora: “Broken”.
5. Wampire (Estados Unidos)
Es increíble como los medios ignoran el resplandor exacto sobre el horizonte. Su debut del año pasado, Curiosity, fue un santo Grial de sicodelia y soft rock divagante del que muy pocos bebieron. Wampire tiene todo para zarpar y generar las mejores alucinaciones sonoras de propios y extraños. Melodía de viaje al Inframundo: “Magic Light”.
6. Charlotte OC (Inglaterra)
Posee el arrastre y sensualidad vocal de Stevie Nicks. Su música es un caleidoscopio de instrumentalismo sónico de sombras pop y nubarrones electrónicos de humedad relativa. Insignia para envolver tímpanos: “Hangover”.
7. HollySiz (Francia)
Saltar del risco de la actuación (conocida en el Hexágono por doquier) para aventurarse al pantano de la música, es elección de férreo carácter. Cécile Cassel (sí, no se equivocan, es hermana de Vincent Cassel), apuesta por una fogata de pop gomoso, con ínfulas setenteras que se adhieren como lapas de ritmos incandescentes. Baile repentino sin freno: “Come Back To Me”.
8. Angel Olsen (Estados Unidos)
Jamás alguien había estado tan cercano al espíritu agreste de Liz Phair. Machaca rock de parpadeo indie, contundente, sencillo en armonía y conciso más que directo. Esta mujer tiene agallas. Abanico para avivar fogatas: “Forgiven/Forgotten”.
9. Slow Machete (Estados Unidos)
Ciertas ocasiones, los vasos comunicantes del world music parecen perderse en la bóveda celeste de la experimentación sonora de campo. Joseph Shaffer aglutina reminiscencias sonoras arrancadas del ambiente de Haití, para aislarlas y encajarlas en un vacío de ambientación lúgubre. Embrujo para contemplar galaxias: “Shake the Starling Tree”.
10. Wolf Alice (Londres)
Pugilismo rock de riffs sosegados, distorsionados y pinchos en arpegios a lo The Organ. Los hijos invisibles de Throwing Muses (sin lado rasposo) saben flotar sobre melodías oníricas y armonías estelares. Partida de ensueño: “Blush”.
11. Broods (Nueva Zelanda)
Hermanos. Dúo. Abrazo de sangre, música de entraña. Caleb y Georgia Nott dotan a su música de tal concupiscencia, que cualquiera acaba “mojado” en éxtasis pop de baja monta. Su polaridad electrónica es positiva, sin altivez ni estamina. Lo suyo es flotar entre voces de fémina celestial y el ritmo vibrante como diapasón. Acceso directo al ritual espiritual: “Bridges”.
12. Rhye (Estados Unidos)
Canadá y Dinamarca, Milosh y la huella danesa de Robin Hannibal. Sin exceso: R&B de proporciones no épicas sino memorables; repetitivo en sentido, solícito en forma. Su telaraña sonora es etérea, jazz-peada, tangosa en veces, preciosista por siempre. Con Rhye, cualquiera pide la pista de baile para abrazarse. Muestra para cantar hipnotizado: “3 Days”.
13. HAERTS (Estados Unidos)
Mimetizar el pop de lo ochentas no es posible, máxime cuando HAERTS lo tiene inscrito en cada bocanada musical que exuda de su creatividad. Atrapados por el mismo anzuelo indie que Rilo Kiley, su música singla mares de shoegaze con brisa dream pop. ¿Su carisma? El cénit sonoro que siempre alcanzan en cada canción. Arpón para atrapar esperanzas: “Wings”.
14. ceo (Suecia)
El músculo del proyecto de Eric Berglund, es el jam musical trepidante, juguetón, compacto y coqueto. Electro burbujoso, con la marca de fuego presumiendo que todo el aquelarre será en el club. Nada de algodón, sino puro neón en sintetizadores. Colchón para potenciar excesos: “Whorehouse”.
15. Orval Carlos Sibelius (Francia)
Para viajar no se necesitan alas, ruedas, ánimo ni combustible. Basta con la introspección sicodélica de la droga sonora de Axel Monneau que, a pesar de tener tres discos, sigue coqueteando con las minorías. Mas su psych-pop sesentero con socavones futuristas —Syd Barrett podría estrechar su mano sin remordimientos— posee la valía para conquistar cualquier crepúsculo, oído y corazón. Catapulta directa al espacio sideral: “Desintegraçao”.
16. Le Premier Enfant (Argentina)
Pocos grupos emanan creatividad, arte, vanguardia y sencillez. Además, saben pisar el derrotero del rock lato con base electrónica, más un bajo que siempre sabe postrarse de insigne a memorable. Este trío argentino es uno de los mejores secretos para presumir en despoblado. Arma para atacar la noche: “Puede cambiar”.
17. IYES (Inglaterra)
Nunca es tarde para disfrutar del embrujo del electro-pop bien apuntalado, ese que se desliza como miel por el conducto del oído, con fuegos artificiales tribales y mordentes saltarines de percusiones ceñidas a lo electrónico con ahínco. Melis Soyaslanova y Josh Christopher atraen al futuro sin miramiento. Vibración para el ensueño: “Til Infinity”.
18. Lion Bark (Inglaterra)
Delicadeza que esculpe al oído. Entre angelicales ondas indie-pop, sobre las cuales la línea vocal se mece convulsa y urgente, esta banda sabe plasmar con guitarras la imagen del verano soleado reflejado en cualquier pradera. Estandarte veraniego para cantar: “Longhorns”.
19. MNEK (Inglaterra, vía Nigeria)
Cosa curiosa: sus colaboraciones con Disclosure y Rudimental (dice el chisme que próximamente con Florence + The Machine), lo han colocado como una de las próximas estrellas en el firmamento. Este “niñato maravilla” posee una voz casi remachada por el gospel, mientras que el soul le corre por toda su oscura piel. Atentos a su huella y su primer disco. Ejemplo básico para generar altas expectativas: la canción “Spoons” de Rudimental.
20. Joel Compass (Inglaterra)
Siempre es arriesgue completo escudarse bajo el velo del R&B. Sin embargo, este jovenzuelo de amplio registro vocal lo hace parecer todo muy fácil, incluso imaginarse como faro absoluto de la novel camada de sangre joven macerada en la vena cava del soul. Melodía que parte el crepúsculo: “Run”.
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[…] Además de haber sido finalista en el Sound of 2014, fue nombrada por Spotify como una de las artistas a seguir este año, junto a BANKS, Betty Who, Joey Bada$$ y la danesa – también recomendada en este sitio, MØ. […]