CYNTHIA RODRÍGUEZ
En 1992, una pequeña banda de Gales sacó Generation Terrorists, un estruendoso LP repleto de nihilismo, brillantina y mucho rock and roll. Ellos sólo querían vender dieciséis millones de copias y luego desintegrarse…
Entre sus influencias estaban lo mismo Guns N’ Roses que Jean-Paul Sartre, y sus integrantes gustaban de usar vestidos y conjuntos con fotografías cosidas o frases pintadas con estencil y aerosol.
Fueron enormes, acapararon las portadas de revistas como NME y Melody Maker, y ofrecieron polémicas entrevistas y presentaciones. En una de ellas, con Steve Lamacq, el guitarrista Richey James Edwards escribió “4REAL” en su brazo con una navaja para enseñarle que lo de ellos era en serio. Él mismo fue el encargado de la mayoría de las letras junto a su mejor amigo, el bajista Nicky Wire. De la música y voz se encargaba James Dean Bradfield. Sí, ese es su nombre verdadero: un perfecto ejemplo de la obsesión de la banda por la cultura pop. El baterista, Sean Moore, se mantenía al margen del escándalo, pero seguía siendo potente en su labor.
Generation Terrorists no fue su último álbum. De hecho, aún tras la desaparición de Richey en 1995, la banda sigue vigente, con presentaciones en vivo alrededor de Europa y Asia. La semana pasada, la revista Q lo nombró Álbum Clásico en su entrega anual de premios a lo mejor de la música, y la banda sacará un box set con demos, rarezas, lados B, libro, LP, réplica de un pase VIP, y el documental Culture, Alienation, Boredom and Despair: A Film about Generation Terrorists.
Los Manics no han tomado el mercado americano con fuerza, pero cuentan con una considerable legión de fans en Estados Unidos y Canadá; y en 2001 fueron la primer banda occidental en ofrecer un concierto en Cuba. Quizás ahora, celebrando los veinte años de su debut, es tiempo de darles una buena escuchada. La música sonará muy afectada por el espíritu de sus tiempos, pero el concepto y el mensaje siguen siendo tan novedosos como entonces.
“You Love Us”, dedicada a todos sus haters en aquel entonces, es ahora una celebración para el grupo y sus seguidores. “Little Baby Nothing” iba a ser un dueto con Kylie Minogue, pero por conflictos con sus respectivas disqueras la grabaron con Traci Lords, la ex-estrella porno. Sobre “Love’s Sweet Exile”, ellos dicen que es su mejor video. Yo digo que no lo vean en el trabajo, o sus compañeros pueden pensar mal. Y finalmente “Motorcycle Emptiness”, sobre el consumismo y otros trucos baratos para darle sentido a nuestras vidas.
¿Cuál es tu canción favorita del disco? Cuéntanos.
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