NICOLÁS GONZALEZ
Este disco me interesó al instante gracias a su arte de tapa.
Llegó a mí gracias al editor de LAPOPLIFE y, como debe ser, fue amor a primera escucha. La primera impresión que me causó fue la de un álbum simple. Sin embargo, a medida que lo fui escuchando reiteradísimas veces pude develar en él un trabajo minucioso, casi artesanal, plagado de detalles que me hicieron amarlo aún más.
Ambient, chillout y EDM conviven en perfecta sintonía y se mezclan a la vez con pinceladas de ritmos caribeños y hasta africanos. Sin duda Polo Vega (ex Ella Tiene Dos Androides) quien conduce este exquisito proyecto, sabe muy bien lo que hace y es dueño de una sensibilidad que le permite, sin errar, trabajar con la nostalgia y la esperanza, capturar el sonido de la noche o de una maravillosa puesta del sol y plasmarlo luego en sus canciones.
Los links que me han surgido con este pequeño pero gran disco, van desde el ambient japonés de DJs como Koichi Ozaki, la electrónica profunda y bailable de Orbital y la elegancia de St. Germain, pero a la vez, conmueve la dulzura de sus tracks, que incluyen siempre un rasgo de “error” que lo hace sumamente interesante.
Según palabras del propio Polo, este disco está enfocado en el “hacer”, en tocar permanentemente y, sobre todo, en no tomarse muy en serio a sí mismo. El resultado son estos seis tracks, editados por Static Discos, sello que posee un catálogo exquisito, aunque bien podría haberse encontrado también en el catálogo del sello japonés flau.
Naive Again, de Trillones, es música para volar bien alto.
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