MAURICIO HERNÁNDEZ A • Cuando veo alguna película de Danny Boyle automáticamente necesito asociarla con sonidos peligrosos, perversos y llenos de energía. De la misma manera, cuando escucho el trabajo de Rick Smith, necesariamente requiero de escenarios que rebasen la lógica de nuestra realidad.
Afortunadamente estos dos ingleses son viejos conocidos; se acomodan a trabajar juntos y por ello lo hicieron una vez más. Esta vez la fechoría se llama Trance y es el último filme de Boyle, quien como ritual le ha pedido al líder de Underworld, Rick Smith, musicalizar 101 minutos de despavoridas e hiperrealistas imágenes.
Con 16 cortes (entre ellos algunas colaboraciones de grandes como UNKLE y Moby) Rick Smith destapa una botella de alcohol y al más puro estilo británico, deja que su néctar cubra toda esta nueva historia del cineasta.
Por supuesto, esta no es la primera vez que Boyle y Smith se ven las caras en la pantalla grande. De hecho me atrevería a decir que sus trabajos han sido complementarios. Basta recordar el clásico Trainspotting (1996) en donde Underworld hizo lo suyo con una de sus piezas que más se han cansado los reproductores en tocar: “Born Slippy”. Sí, aquella oda al descontrol.
De igual manera pasó con la película Sunshine (2006), donde los británicos unieron su talento y amalgamaron de excelsa manera música y cine. Y qué decir de Isles of Wonder, el soundtrack de la obra maestra de Boyle, que enmarcara los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Vaya, sobran los ejemplos de la hermandad artística que existe entre estos dos fueras de serie.
El OST de Trance no es una casualidad ni una coincidencia. Otra vez Smith nos sumerge en profundidades fuera de esta dimensión. Es una de esas bandas sonoras que no te dejan en paz; te hacen saltar, no te dejan dormir, te incomodan, desesperan, alimentan… Vaya, te hacen sentir vivo, uno más sobre esa tierra llamada el cine de Boyle.
La furia que engalanan los sonidos hacen valorar el trabajo de Trance, al tiempo que las escenas del filme retratan con exactitud los compases y ritmos perversos de Rick Smith. Esta vez la recomendación es pareja. No hay pretexto. Calidad total 100% británica.
Aquí el Trailer oficial de la última joya de Boyle y Smith:
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