MAURICIO HERNÁNDEZ A • Una adaptación cinematográfica del clásico literario The Great Gatsby alumbra de nuevo las oscuras salas de cine.
La obra cumbre de F. Scott Fitzgerald, convertida (por su época de desarrollo) en un claro referente del jazz en todo el mundo, viene con una sorpresa: A Baz Luhrmann, director de esta nueva versión de la novela, se le ocurrió acudir a la sombra del género musical y convocar a artistas que en principio no tendrían nada que ver con aquel jazz, pero que al más puro estilo de Moulin Rouge (también de su dirección) ensambla de buena forma elementos armoniosos para dar vida a su compilado musical.
Jay Z, Lana del Rey, The XX, Gotye, Jack White y el mismísimo Brian Ferry, participan en la misión. Un experimento de buen sabor que adereza las elegantes escenas de Jay Gatsby. El sonido que envolvió los años veinte y treinta en Nueva York, ahora son fuente de inspiración para lograr acordes espectaculares combinados con hip-hop, electrónica, pop y R&B.
Los colores y destellos de El Gran Gatsby apuestan en su mayoría por estar bien logrados. Aquí encontramos cortes de gran calibre como el interpretado por Gotye, titulado “Hearts A Mess”, que es una gran pieza. Y qué decir de la magna obra “Love is the Drug”, de Brian Ferry, consolidando un trabajo ejemplar para darle vida a esta banda sonora.
Sin embargo, también aparecen temas como “Back to Black”, original de Amy Winehouse y reinterpretada aquí por Beyoncé y André 3000, que no son nada fuera de lo común… A veces se insiste en experimentar con refritos que no siempre son tan bien logrados. ¿Será el caso?
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