ALEJANDRA HERRERA
La música de este filme es uno de los aspectos que destaca más que su temática y narrativa.
Las piezas compuestas por Brian Tyler para este score van más allá del típico énfasis en las percusiones para anunciar los momentos dramáticos y de mayor acción en la película, pues se escuchan temas complejos en los que alternan loops, sonidos sintéticos, orquestales y hasta regionales.
Esos cambios repentinos en los estilos musicales sirven para sorprender al espectador y para comunicarle que es posible una musicalización compleja incluso dentro de un filmes que desde una perspectiva superflua solo sugiere el sonido estridente y constante de la detonación de armas de fuego.
Cortes como “Lament”, “The Art Of War” o “Galgo’s Grand Enterance” no son lo que se espera oír en un largometraje protagonizado por histriones como Sylvester Stallone o Arnold Schwarzenegger, aunque estén en un momento cómico.
Un score con bases instrumentales sólidas como este ayuda a explicar mejor el contexto de las escenas, a que el público experimente diversas emociones y a que permanezca atento a la pantalla.
Sin duda, la música de este filme es uno de los aspectos que destaca más que su temática y narrativa.
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