MARÍA MERIOMA • Ayer comenzó el festival de Sziget en Budapest. Uno de los festivales más grandes y de mayor tradición de Europa y el más largo, que se celebra durante toda la semana con una cantidad de conciertos y actividades que van in crescendo.
FOTO: www.balazsmohai.com
El origen de este festival vino por la necesidad de crear un espacio equivalente a los campamentos de verano socialistas que ya no existían en los noventa. En 1993 tuvo lugar el primer Sziget que reunió en la Isla de Óbudai (en el Danubio, cerca del centro de Budapest) a miles de estudiantes húngaros. En 1994 se convirtió en Eurowoodstock ya que se celebraban 25 años del legendario concierto. Entre 1995 y 2001 el patrocinador oficial del festival fue Pepsi, así que llevó su nombre todo ese tiempo, hasta que en 2002 volvió a ser simplemente Sziget (que significa “isla” en húngaro).
Cada año asisten a Sziget casi 400 mil personas de unas 70 nacionalidades diferentes. Tal vez por esa razón, en 2012 Sziget fue elegido como Mejor Gran Festival en los European Festival Awards. La base del festival es la diversión al aire libre, lo que por supuesto involucra a la música y tiene una oferta significativa que abarca todos los géneros imaginables.
#Sziget2014
Esta edición de Sziget celebra tres aniversarios con cifras redondas: el 45 aniversario del padre de todos los festivales, Woodstock; el 40 de la invención del cubo Rubik y el 25 de la caída del muro de Berlín, por lo que a lo largo de la semana habrá espacios para homenajearlos a todos.
Aunque entre el viernes y el domingo la isla comenzó a poblarse, no fue sino hasta la mañana de este lunes que dejó de ser un lugar apacible con música de fondo para convertirse en un festival multitudinario.
Como es de esperarse, el primer día para los asistentes es de instalación y reconocimiento del terreno, por lo que varios escenarios pequeños se estrenan hasta el martes o miércoles. Así que la agenda del primer día venía apenas cargada para ir adaptándose al ritmo que nos espera en los próximos días.
El escenario principal lo abrieron los húngaros Ivan & The Parazols que tenían público desde el principio de la prueba de sonido hasta que volvieron a salir para el concierto. Aunque el sonido de los locales iba más de acuerdo con el de The 1975 después se cambió el chip para escuchar el ska de banda rusa de los noventa: Leningrad.
Ivan and the Parazols / FOTO: MOZSI GABOR
Los que no somos de Europa del Este comenzamos a disfrutar en este escenario con The 1975,que desde antes de salir al escenario y con las primeras notas de “The City” (canción con la que abrieron) nadie quería que se fueran. A la mitad del concierto Matt Healy dejó la pose que le caracteriza para preguntarle al público si en verdad pensaban quedarse una semana… “The WHOLE week?”… rematando con un That’s cool. Good for you!
Horas más tarde, después del rock duro del trío húngaro Tankcsapda, llegó la nostalgia de los noventa con Blink-182 para abarrotar el cierre del escenario principal.
Blink-182 / FOTO: www.balazsmohai.com
Desde el medio día estuvo activo el Europe Stage que se encuentra ubicado al sur de la isla, entre el camping de ambiente francés y el de ambiente italiano. Aunque el primer día no pasó por ahí ninguna banda de esas nacionalidades. Al que vimos ahí fue a ALIS, español que detallaremos en el Reporte Ibero de esta semana.
Uno de los escenarios pequeños más recomendable es el espacio al aire libre: Petöfi Radio VOLT Festival Stage, donde se presentan bandas locales contemporáneas. Ahí me encontré con una banda llamada Babel Zenekar de la que debo destacar que, literalmente, iba atrayendo a la gente que pasaba por ahí o que estaba en el espacio de comida colindante. El personal encargado del escenario lleva probando el sonido desde el sábado y es impecable, pero era el grupo el que tenía una energía que los hacía parecer un imán. Garage rock sencillo hecho por cinco jóvenes a los que se les notan las ganas.
Dato del día
Una de las curiosidades del festival es la cantidad de holandeses que hay por aquí. No tengo una cifra oficial, pero aproximadamente cinco de cada diez szitizens* son de dicha nacionalidad. Según me han comentado, se debe a la publicidad que hacen de Sziget en los Países Bajos. Lo extraño es que habiendo campings dedicados a otras nacionalidades, ellos no tengan el suyo. Sí tienen, en cambio, un punto de encuentro propio en las carpas destinadas a fiestas y varias bandas neerlandesas en distintos escenarios aunque ninguna en el cartel principal.
* Se les llama “szitizens” a los asistentes que se hospedan dentro de la isla. Aquellos que prefieren alojarse fuera (hoteles, hostales, casas y otras opciones) son visitantes.
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