MARÍA MERIOMA
FOTOS:Jüliëtä Fëröz / Sziget España Official
El cartel de sold out para el segundo día de Sziget 2016 se colgó hace ya unas cuantas semanas, así que era posible imaginar que la isla estaría a reventar antes de lo esperado.
A pesar de ello, durante el día fue posible disfrutar de un paseo de un lugar a otro sin muchos tropiezos o interrupciones, pero conforme pasó el día esa posibilidad fue disminuyendo hasta el punto de haber personas que pasaban enfrente de los escenarios buscando el siguiente concierto que deseaban ver y no se percataban de que estaban al lado.
Los húngaros de Punnany Massif abrieron el escenario principal con mucha más gente atenta a ellos de lo que pudimos ver el día anterior a esa misma hora con Marky Ramone; personas que, además, se sabían todas sus canciones, estaban en casa y se les notaba.
El turno siguiente en ese mismo escenario fue para Parov Stelar, de quienes disfrutamos muy temprano también en la prueba de sonido. Tras su comienzo con “Booty Swing”, el poder sexy de la cantante que ahora acompaña a Parov Stelar, Cleo Panther, mantuvo la atención en el escenario en cada momento, especialmente cuando interactuaba con el resto de músicos que acompañan al DJ austriaco Marcus Füreder.
Es curioso que aunque es la música de este último la que resuena y él sea quien se hace llamar Parov Stelar, en el espacio escénico permanezca en una especie de segundo plano, dejando a sus acompañantes hacer sin mediar en absoluto ni tener un contacto directo con ellos o con el público.
Educados y Moon Tapes pasaron por el Europe Stage con más pena que gloria por un escaso poder de convocatoria. Tanto los representantes de España como los de Holanda tuvieron tan sólo a una veintena de personas escuchándolos y no es para menos, pues ambos sonidos eran algo muy parecido al del grupo del vecino de cualquiera que esté leyendo este texto.
Poco más tarde, mucho más afortunado fue el encuentro con la segunda representante de España en esta edición de Sziget: Buika. Ataviada con un vestido blanco con un volante de fondo rojo que contrastaba con el color de su piel, desató aplausos imparables desde el momento en el que pisó el World Music Stage, que se veía “con gente”; no lleno ni tampoco vacío, lo que sí era definitivo es que la gente que estaba allí venía a ver a alguien de quien están perdidamente enamorados o si no, salieron amando profundamente a esta mujer.
Estábamos esperando un concierto más íntimo y con un tempo calmado; sin embargo, no fue lo que nos dio, intimó con el público sí, pero al son de un cajón flamenco y efectos de su voz como si fuese un instrumento de viento. La despedida fue emocionante, llegó con una versión de la archiconocida “Santa Lucía”, que permitió cantar a muchos españoles e hispanohablantes que se encontraban alrededor y no la habían escuchado antes.
Movits! comenzaron felices su presentación en Sziget, aunque ya han tenido otras citas aquí, es la primera en el segundo escenario más importante del festival y, además, como comentaron desde un inicio, pensaron que nadie estaría en su concierto porque se cruzaba en horario exacto con el de Rihanna, la presencia más importante de la noche. No fue en absoluto de esa manera; en un principio el A38 albergó a una cuarta parte de su capacidad pero conforme fue avanzando lograron superar la mitad del espacio con un público que no dejó de saltar y bailar en ningún momento.
Es imposible dejar de moverse con Movits!, aunque su nombre no provenga de la palabra movimiento en inglés y ellos vengan del norte, donde todo es muy oscuro en invierno. De hecho, la parte más curiosa del concierto fue cuando Johan Rensfeldt, el cantante, pidió que sacáramos encendedores o móviles para iluminar la siguiente canción, porque era una canción de amor, y todos dispuestos a hacer lo que él pedía nos preparamos para que, finalmente, diera paso a un tema que posiblemente hable de amor (no lo sabemos porque está en sueco) pero no del romántico sino de uno muy alegre y aventurero, según marcaban sus compases.
La mayoría de la gente estaba aquí por Rihanna y de hecho daba la sensación de que todo lo que vimos antes fueron simples teloneros para la estadounidense que comenzó media hora más tarde de lo previsto y que generó que durante poco más de dos horas fuera imposible pasar hacia el main stage, porque todos los accesos a él y los alrededores estaban repletos de gente.
La circulación por los lugares aledaños antes y después del concierto era imposible porque parecía que la ciudad de Budapest entera se había trasladado a la isla de Óbuda para no perderse uno de los únicos conciertos de la artista por estos lares.
DATO DEL DÍA:
A partir de este año el main stage tiene nombre y apellido: Dan Panaitescu. Casi desde el comienzo de Sziget Festival él se encargó de la contratación del escenario principal hasta llevar a la “Isla de la Libertad” a ganar el premio a “Mejor Line-up” en los European Festival Awards el pasado enero.
Poco menos de un mes antes de que comenzara la edición número 23 de Sziget, el 15 de julio de 2016, Dan Panaitescu falleció en un accidente de coche, dando una sorpresa muy desagradable a todos los que rodeamos Sziget y una tristeza enorme a sus colegas del festival. En las oficinas de producción está su espacio con un listón negro en su nombre y en el festival éste pasó a ser el del escenario más importante de todos, el que él programó durante tantos años.