Lo bueno
Foals, Kasabian, Florence + The Machine, Alt-J, Gogol Bordello, Jungle, Future Islands, Interpol y MO fueron los mejores del año con un nivel que hacía que valiera la pena esperar buena música en Sziget.
La energía y calidad de algunas bandas o artistas menos conocidos, pero a los cuales fue genial encontrar, como Irie Maffia, Babylon Cricus, Milky Chance, C2C, La Chiva Gantiva, Che Sudaka, Always Drinking y Beatsteaks.
Sziget es la idea de festival después de la era del festival, no vas a escuchar los grupos de siempre y luego a casa a dormir sino a descubrir otras cosas, vivir una experiencia que incluye de todo y disfrutar de un espacio que inhala y exhala cultura y culturas (con todas sus connotaciones).
También valieron la pena las presentaciones de The Maccabees y Kings of Leon en el Main Stage.
Sziget ES, que abarca con ese ES al idioma español, reunió en exclusiva a tres medios de Latinoamérica para potenciar la presencia en nuestro continente de uno de los festivales más importantes del mundo. Nacionalismos y viejos rencores aparte, armamos una comunidad muy especial de habla hispana que se está abriendo campo para competir con las ya consolidadas de Holanda, Francia e Italia. Bien se puede aprovechar que a lo latino lo meten en el mismo saco y como buenos latinos disfrutar el festival como sabemos disfrutarlo todo.
Y bueno, LAPOPLIFE transmitió en directo todos los conciertos autorizados para verse fuera de Hungría; fuimos el único medio mexicano que se los ofreció y que cubrió lo que pasó en Budapest.
Lo malo…
El horario y lugar para The Horrors, un espacio abierto a media tarde. Ellie Golding como cabeza de cartel para el jueves. El show y fiesta de cierre a cargo de Martin Garrix.Aunque Sziget representa una idea distinta, sí podrían invertir más y mejor en el line-up.
También dejó mucho que desear lo que vimos de Robbie Williams, The Ting Tings, The Subways y Paloma Faith.
El síndrome Tomorrow Land del escenario Colloseum que no permite dormir en un kilómetro de diámetro.
A nuestros lectores no pudimos darles mejores imágenes de los artistas del festival en concierto, dada una organización complicada para poder acceder a hacerlas y pocas imágenes oficiales.
Muy mal la actitud de las chicas de Pussy Riot en la mesa redonda del viernes. “Divactivistas”.
El día de la bubble party lo que menos había era bubbles. Mala calidad en los botes de jabón que hicieron de una fiesta bonita algo que no existió y que este año nos dejó esperándola.
Que la organización de Sziget afirme tener un 50% de asistencia húngara cuando si bien hubo más húngaros este año, no eran el 50% (no se pueden permitir los precios del festival que son baratos para el resto de Europa).
España acertó en todo lo que cobijaba como representación musical propia excepto por Delafé y Las Flores Azules, donde hubo público escaso y concierto con problemas de sonido en un escenario lejano, además de que obviamente había mucho más de dónde sacar para representar a España en un festival como Sziget… ¿qué pasa con los grupos emergentes?
El martes, después del festival nos enteramos del fallecimiento de un asistente de Sziget. Los que salimos de la isla hasta el lunes, una vez que había terminado todo, pudimos ver ambulancias y carros de bomberos entrando a la isla a toda prisa sin tener mucha idea de lo que sucedía. La tormenta del domingo afectó a varios árboles y una rama cayó encima de la tienda de un sziudadano, que se dice que acampaba en una zona prohibida; fue transportado de inmediato al hospital pero en la tarde del lunes se confirmó su muerte. DEP.
Y lo extraño
Las banderas que circulaban por la isla y las que se vieron en la fiesta de banderas no encajaban, había muchas menos en la segunda de las que, en realidad, se veían por ahí en cualquier otro momento.
Que a pesar de haber roto el record de asistencia una vez más (con 441000 personas) la idea fuera contraria a otros años, de más a menos. Más sziudadanos el lunes que el sábado, una cornada abarrotada el martes y más tranquila el domingo. En siete días y noches acampando y de festival, se necesita un periodo de aclimatación o se sale huyendo.
Ver a Limp Bizkit después de los noventa.
Y extraño puede parecerlo todo, pero es parte del encanto y del caos de Sziget, “la isla de la libertad”, donde hubo hasta gente disfrazada de unicornio y pitufos corriendo por las calles. Alguien que se pone a bailar frente a ti con una mochila de Teletubi que da susto. Lo de ligar ya no tiene frases hechas sino que te echan agua encima con una pistola para el calor… Y así todo va cambiando, adquieres nuevos códigos y vas viendo como normal cosas que nunca te habrías imaginado.
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