SAM VALDÉS
Para algunas bandas, las letras son lo último que hay que hacer. Terminan siendo el último paso del rito creativo. Para otras, las letras son sagradas y la música se ajusta a ellas. Pero en casos especiales, pesan equitativamente, convirtiéndose en pequeños relatos. Y eso es justo lo que hace The Eastern Sea con su fino chamber pop.
Respetados en su escena local en Austin, Texas, The Eastern Sea fue por un largo tiempo el proyecto de Matt Hines y de un ir y venir de músicos. Su primer disco, The Eastern Sea, usaba tonos claroscuros para contar historias de problemas mentales, como “The Snow”, y de nostalgia, como “Your House”, siempre con el toque barroco del chamber pop, esto es, con instrumentos de viento, violines y teclados para darle nuevas sensaciones a un pop muy bien armado.
Su segundo disco, Plague, sacude las notas tristes mezclando ritmos folk y rock en la ya bien trabajada base chamber pop. Destacan de este disco “Santa Rosa”, “China Untitled One” y la que por mucho tiempo fue su canción insignia: “The Match”.
Ya con una alineación fija, sacan First Christmas, un disco de típicas canciones navideñas reinterpretadas y que incluye dos tracks que la banda compuso porque “nos encanta la Navidad”.
El resultado de una alineación fija es tremendo para The Eastern Sea. Se alejan un poco de los sonidos indie e incorporan elementos funk y ambientales a su sonido. Verlos en vivo es un verdadero gozo y su nuevo material saldrá a finales de 2015. De este nuevo material, el sencillo “Silver Spoon” ya está ganándoles seguidores poco a poco.
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