SERGIO BENITEZ • Punk, en el peor sentido de la palabra.
FOTO: Alice Baxley
Amigas desde el inicio de su complicada vida escolar, Harmony Tividad y Cleo Tucker son algo así como las chicas malas del colegio, gritando su furia femenina a través de los pasillos.
Ella tienen un mensaje y lo cantan gritando y agitando la cabeza. En su EP debut homónimo, Girlpool aborda temas que van desde la libre expresión, hasta las noches de sábado y los chicos ebrios. Es simplemente girl power: difícil, divertido e inquebrantable.
Malcriadas y salvajes, estas chicas de Los Ángeles resultan implacables; sus voces se enfrentan en una batalla de ida y vuelta entre el grito y el canto; por separado o en conjunto se vuelven únicas y desafiantes.
En una combinación imposible de ignorar, cuando Tividad y Tucker se presentan en una fiesta, simplemente suben a hacer lo suyo; un ruido que se mete hasta el fondo de las cabezas de quienes las escuchan y todo eso sin la potencia de una batería que las acompañe.
Si la rebeldía tuviera sonido, probablemente sonaría como Girlpool. Esta es una descripción que ellas mismas harían de su música; son mucho más honestas y menos pretenciosas; pero ¿qué es la honestidad, sino una forma de rebeldía contra las expectativas? Y Girlpool trastorna las expectativas en todos los sentidos, ya que utilizan solo una guitarra y bajo, acompañando la rabia de su voz para crear rock erizado y potente.
El enfoque simple y directo que dan a su sonido, permite que sus letras ocupen un lugar central dentro de las canciones, con letras dolorosamente genuinas y directas. Por encima de todo, la banda valora su vulnerabilidad, como reiteran en cada entrevista y como se percibe en la potencia de su música. Lo suyo es como un pequeño infierno con un montón de diversión para escuchar. Ninguna de sus canciones rebasan los tres minutos; sin embargo, para el dúo californiano es tiempo suficiente para explorar metódicamente cada melodía.
A pesar de lo poco que se presentan en directo, han sido bien recibidas por la crítica y el público. Sus ensayos, primeras tocadas, gritos, letras, su primer EP y sus conciertos son como cuando la campana anuncia el fin clases para iniciar el verano.
Es punk, en el peor sentido de la palabra: fresco, crudo, y sin concesiones, una llamada de vuelta a la época dorada del excepcional riot grrl.
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