SERGIO BENITEZ
Elliot Moss apenas tiene 23 años, pero ya es cantautor, multi-instrumentista, productor y artista visual. De origen neoyorquino, Moss se ha encargado de tocar, grabar y mezclar sus propios discos; materiales cargados de indie pop y referencias electrónicas.
Irrumpió en la escena musical en 2014 y con apenas tres años ya cuenta con dos larga duración: Highspeeds (2015) y Boomerang (2017). Comenzó a trabajar en su primer disco mientras cursaba la preparatoria, tiempo en el que junto a su banda, empezaba a buscar espacios para mostrar su música.
Moss ha sido calificado satisfactoriamente por la crítica especializada, que lo describe como “tan grande como él ha querido ser”. Elogios que lo han llevado a ser músico de soporte de bandas como Cold War Kids, Digitalism o Nada Surf, y a presentarse en escenarios del CMJ, Music Hall of Williamsburg y SXSW.
Su música va de la electrónica al jazz, pero también tiene algo de house, rock y folk, como puede escucharse en el disco Highspeeds, un trabajo que él mismo escribió, grabó, produjo y mezcló. La canción “Slip” es uno de esos temas que sobresalen con todos esos efectos electrónicos en la voz, junto al sonido oscuro del sintetizador que en conjunto convierten ese tema en una mezcla de jazz fresco.
El neoyorquino pertenece a la tercera generación de músicos de su familia, por lo que no resulta extraño que a su corta edad muestre tal capacidad y talento para la música que realiza y que parece explotar el sonido de esta década. Moss posee una voz que además de armoniosa, también se percibe enigmática, debido en mucho a las atmósferas que construye en cada canción.
Elliot Moss estará de visita en el Foro Indie Rocks de la Ciudad de México, el 13 de octubre.