SAMUEL VALDÉS
The Lucid Dream comenzaron en 2008 en la ciudad de Carlisle como una carta de amor al sonido espectral de The Jesus and Mary Chain, cargado de tintes de psicodelia que han desarrollado a través de los años.
En su primer EP, Erbistock Mill, The Lucid Dream trabajó con atmósferas espesas y voces lejanas, creando paisajes fantasmagóricos que pretendían traer al mainstream el sonido de los sueños lúcidos y las alucinaciones auditivas. Era un EP espeso como el ambiente después de quemar barras de incienso.
El ambiente se despejó un poco con el sencillo de 7” Heartbreak Girl, donde se tomaba un sonido más parecido al de 13th Floor Elevators con una actitud más ácida, al más puro estilo de The Cramps.
El cambio de la banda culminó en un fenomenal primer disco titulado Songs of Lie & Deceit. El paso lento de Erbistock Mill era cosa del pasado y la dualidad de Heartbreak Girl se había desvanecido, y con lo que nos encontramos fue un sonido que mezcla el shoegaze, la psicodelia y hasta el drone estilo Can para crear música que bien podría acompañar los sonidos de Hookworms y Oneida.
Su nuevo disco, The Lucid Dream, acaba de salir y deja un poco la furia del primer disco de lado, volviendo nuevamente a los pasajes lentos ricos en atmósferas. El sencillo “Cold Killer” muestra a una banda que le gusta mantener una atmósfera psicodélica con la velocidad punk y “Unchained Dub” vuelve a los extraños momentos lentos de la banda, semejantes a un viaje de ácido en las calles de una ciudad post-industrial.
–