La primera es una pareja que trae un pop fresco y elegante. La segunda, una banda de Leeds que fusiona bien el post rock con la electrónica. Escúchalos aquí.
Summer Camp
CYNTHIA RODRÍGUEZ
El verano estará terminando, pero los de Summer Camp siguen de campamento. El dueto británico lleva haciendo música fresca y elegante desde 2009 y dándole aire a The Audience (la antigua banda de Sophie Ellis-Bextor) y Saint Etienne.
El multinstrumentista Jeremy Warmsley tiene reputación como solista, ha salido de gira con The Shins y Regina Spektor, y ha sido parte de los Take-Away Shows de Vincent Moon. Su pareja, Elizabeth Sankey, se encarga de las voces y las letras, inspiradas en las obsesiones y los desamores de la juventud.
Tan traumada está Sankey con la cultura pop, que su nombre en la entrada de la Wikipedia de Summer Camp te lleva a la entrada de Winona Ryder. No te confundas. No es la It Girl de los noventas en Estados Unidos, pero podría ser la It Girl de los 2010’s en el Reino Unido.
Aquí esta “Fresh”, sencillo del álbum que comparte nombre con la banda y que saldrá a la venta en septiembre con Moshi Moshi Records:
I Like Trains
SAM VALDÉS LÓPEZ
El mar ha inspirado a más de uno para nutrir la imaginación que ayuda a los pininos creativos y más de un grupo se ha basado en ese 75% de la Tierra que nos reta y espanta.
Lo extraño es cuando tienes como nombre I Like Trains. Esperarías odas a este esencial medio de transporte inglés, pero son raras las referencias a los medios de transporte. ¿El mar? Ha sido un tema predilecto de ellos desde el principio, aunque no había sido tan evidente hasta sus más recientes discos.
I Like Trains hace música instrospectiva. Una mezcla muy bien hecha de post rock y electrónica con la que te puedes sentar a leer un libro o simplemente ver a la lontananza.
La banda debutó en la ciudad de Leeds hace ya nueve años, con su primer EP Progress Reform. A pesar de tener canciones minimalistas donde lo que más resalta es la voz oscura de David Martin, hay momentos explosivos, como la fantástica “A Rook House for Bobby” o “The Accident”.
Su primer álbum, Elegies to Lesson Learnt, se basa en hechos históricos, que van desde grandes desastres como el gran incendio de Londres (“Twenty Five Sins”) hasta intrigas políticas (“Spencer Perceval”). El desnudo y seco árbol de la portada es alegre en comparación con el meditabundo aroma que emana de este disco.
En 2010, I Like Trains se quedó sin disquera, por lo que fue de los primeros artistas en recurrir al crowdfunding para lanzar un disco que se llamó He Who Saw The Deep, con canciones que relacionaban el océano con las emociones humanas.
El éxito del disco fue tal que la banda creó su propia disquera y en un arranque creativo, hasta sacó su propia marca de té (bastante buena). Su estética visual es impecable. Todos los discos han tenido portadas de colores callados, tal vez como advertencia de la solemnidad que trae la banda. Sus videos son como pequeñas películas, y usualmente con finales muy ambiguos.
El más reciente álbum, The Shallows, trata sobre el exponencial crecimiento de la tecnología y cómo influye en nuestras vidas, tanto positiva como negativamente. El disco es de lo más digerible que ha hecho la banda, sin perder ese sentimiento introspectivo que te da una sensación de estar viendo una lluvia mientras estás parado en el malecón de una playa. Tal vez la lluvia se vuelva un torrencial o quizá se aclare un poco con el tiempo, pero la sensación quedará con nosotros por siempre.
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