ESTEBAN CISNEROS
FOTO: Ellie Connor Philips
Empuñar guitarras y redoblar tambores es, aun hoy, un poderoso llamado a la batalla. Como el de Girl Ray.
Porque, a pesar de todo, todavía quedan outsiders–anoraks-chavales introspectivos que prefieren confeccionar sus discursos en pulso cuatro-por-cuatro y algunos acordes heredados de otros outsiders–anoraks-chavales introspectivos que pudieron consolidar sus discursos en pulso cuatro-por-cuatro y algunos acordes heredados…
No todo está muerto, como algunos se empeñan en decir. Porque mientras existan la desazón y la duda, el desencanto y –por ende– la posibilidad, siempre habrá rock’n’roll.
Porque más allá de una actitud desafiante lengua-de-fuera, esto se trata de una constante lid con uno mismo, las circunstancias y la desidia; de equivocarse un montón pero siempre al intentar hacer algo nuevo (no para cambiar al mundo, sino para cambiarse uno – queriendo citar a The The), de encontrar una clica que te respalde y de destrozar el miedo, la ansiedad y la estupidez. Guitarras y tambores y a la carga.
Girl Ray –con apenas algunas canciones en línea, un single de 7” (Trouble, en Moshi Moshi Records) y la promesa de un álbum para el siguiente verano– es un grupo de Londres que hace honor a lo dicho.
Su formación clásica de power trio (voz/guitarra, bajo y batería tocados por Poppy Hankin, Sophie Moss y Iris McConnell respectivamente) y su ethos DIY-y-con-el-alma-puesta-para-que-valga hacen ruido sin necesidad de alarde.
Con la instrumentación y producción justa para decir lo que tienen que decir (que puede ser resumido con una de las frases definitorias del rock’n’roll como sonido y actitud: ASÍ SOY), Girl Ray es una fantástica manera de recordarnos que esta música está viva y saludable. Ha evolucionado, cambiado, y si en el camino ha perdido una cosa o dos, ha ganado muchas otras. Y está muy bien.
Porque sí, este es el rawk nuevo, el de hoy. El que no acapara las listas ni las portadas de las revistas tumultuarias porque ya tiene otra misión, una más pequeña pero fiel a su idea más romántica: ser un producto que haga latir corazones y unir a gente que se siente dispar con el mundo que la rodea.
Girl Ray recién lanzó un nuevo sencillo, “Stupid Things”, una impecable balada sobre enamorarse de alguien. Que suena justo a eso: a mucho nervio, incluso angustia, ensueño y un poco de idealización. Pura honestidad – como ya habían hecho antes con “Trouble”, una canción sobre cambiar y convertirte en alguien quien no te gusta en absoluto. ¿Quién no ha estado allí?
El álbum debut de Girl Ray, también en Moshi Moshi, estará listo en pocos meses. No hay que perderles de vista. Yo ya espero con ansias.
C/S.