ESTEBAN CISNEROS
“Quiero ser el artista masculino más grande del planeta”.
Louis Berry es ambicioso. Y cómo no. “La música de las listas es sólo dulce, no alimenta tu alma. Una hora después estás hambriento de nuevo”. Así explica su afán esta joven promesa de la canción inglesa, originario de Liverpool, ese lugar-leyenda del pop; y en la tradición de la ciudad, Berry apunta a cosas grandes.
Pero no siempre fue así. Hijo de un yonqui sin redención, sobrevivió en las calles y creció lejos del ambiente estudiantil en el que surge la música indie de hoy. En una historia lennonesca, halló la salvación en un ajado banjo que le regaló su abuelo, con el que practicaba largas horas encerrado en su habitación.
Como en un buen kitchen sink drama, caminó las calles armado de puños y una guitarra, logrando cierta notoriedad outsider. Y la vuelta de tuerca llegó: tras vencer el miedo y con apenas dos tocadas en su currículum, fue fichado por Cuban Records confiando en su talento vocal e instrumental, su verborrea mordaz de scouser de vieja escuela y sus canciones guitarreras.
Louis Berry quiere lograr su cometido de conquistar al mundo con una sólida base de añoso y siempre confiable rock’n’roll; hay también mucho de ese blues catrín siempre favorecido por los liverpudlians, pero con una sensibilidad moderna. Pero no es que Berry (desde el nombre es clásico) mire directamente atrás para rescatar tics, sino que así le sale: es la música que ha escuchado desde siempre pero, loner kenloachesco, no se decantó por formar una banda sino por explorar las posibilidades del popstar solista milénico. La apuesta, por lo pronto, va segura.
Da la impresión de que Berry va más allá de la estética. A sus veinte años, se nota un artista que busca su camino y que ha encontrado tres o cuatro cosas a las que aferrarse. Y ha dejado claro que si va a conquistar al mundo, lo va a hacer a su manera, moldeando el paradigma de la superestrella para que se ajuste a él, y no al revés.
Tras un EP (Rebel) dos singles en vinilo (“.45” y “Nicole”) y algunos más en formato digital (“Laurie” y el más reciente, “Restless”), Louis Berry ha hecho el ruido necesario para comenzar a creer que va a lograrlo. Y pronto. Si es así, no digan que no lo advertimos.
Su álbum debut estará listo este 2017. Si va por el mismo camino, podemos encontrarnos con un disco deslumbrante y belicoso en un año que promete para la música. Yo cruzo dedos.
Louis Berry tiene su sitio oficial en louisberryofficial.com.
C/S.