ESTEBAN CISNEROS
Armonías a tres voces, producción de Wall of Sound, un poco de bubblegum y otro de glam, canciones de tres minutos llenas de ganchos. Una clara influencia de los girl groups de los 60 pero también del new wave de los 80.
Twee, soul, indie confitado: un pop pulcro y dulcísimo pero hondo y sustancial. Justo lo que un grupo debe ser: descaradamente pop, pero aferrado a sus principios. Todo esto es TeenCanteen, uno de los grupos más emocionantes de Escocia.
La banda de Glasgow se formó en 2012 y, tras varios cambios de formación, hoy se compone de Carla J. Easton, Sita Pieraccini, Chloe Philip y Debbie Smith.
Después de tres sencillos perfectos (“Honey”, “You’re Still Mine” y “Sister”) que ya apuntaban alto, fue hasta el otoño de 2016 que lanzaron su primer LP, Say It All With A Kiss. Y es, sin titubeos, uno de los grandes discos del 2016.
Esta sonic sisterhood, como ellas mismas la llaman, es una cuadrilla obsesionada con el arte y el color, con los discos de Phil Spector, Carole King y Brian Wilson y con las grabaciones de voces femeninas. Son un colectivo inquieto e inteligente, que ya se ha hecho su lugar en el muy competitivo y prolífico universo del pop escocés.
El centro de gravedad es claramente Carla Easton, cuyo talento hay que tomar en serio; su voz es espectacular, pero no sólo eso: compone como un as, ha dado una identidad visual al grupo y todo en TeenCanteen parece espontáneo pero tiene un trasfondo interesante.
Es un grupo a la vieja usanza que da importancia a la presencia en escena, que pone lo estético en primer plano y con una elocuencia extraordinaria; sigue la tradición de BMX Bandits, Teenage Fanclub y Belle and Sebastian de ser los raros pero estar orgulloso de eso, tomarlo como bandera y hacer su propia y muy pública micro-revolución. Pero hoy son precisamente esas las que cuentan.
Say It All With A Kiss está plagado de himnos a la otredad, mini sinfonías twee e intensas canciones de amor. Da para cantar hasta que se truenen los pulmones, para bailar y para escuchar ensimismado. Es el antídoto perfecto a la amargura de este puto mundo estúpido.
Grabado en Edimburgo y producido por Stephen Watkins, está grabado en mono como los viejos discos de las Ronettes y las Crystals. Los increíbles arreglos de cuerdas están a cargo de Aurora Engine and the Cairn String Quartet. Y no digan que no se los advertí: el disco es adictivo.
Lo mejor de todo es que da la impresión de que, a pesar de los años de preparación (o mejor dicho, gracias a ellos), el despegue del grupo es definitivo. Es una gran noticia en un tiempo necesitado de ellas.
El grupo tiene su sitio oficial en teencanteen.co.uk
C/S.