JOSE A. RUEDA
Siempre que dudamos de la internacionalidad del pop cantado en castellano, aparece una rara avis que desbarata nuestras falsas teorías sobre la universalidad del inglés en la música.
Niza, dúo madrileño formado por Silvia Sanz y Roberto Martín en 1998, llamó la atención de la escena foránea con su pop de alcoba en lengua vernácula. Sus canciones sedujeron tanto al locutor británico Marc Radcliffe, que los pinchó en su programa de la BBC, como a dos sellos discográficos del lejano oriente, que publicaron sus discos en Taiwán y Japón.
Influidos por el Donosti Sound de los 90, Silvia y Roberto abrazaron el pop ecuménico de constante mutación en canción melódica, folk ligero y bossanova. Además del pelotón de San Sebastián (La Buena Vida, Le Mans, Family), también deambularon por el cancionero de Niza influencias como Astrud Gilberto, Jeanette y Claudine Longet.
Si generacionalmente estaban más unidos a la sensibilidad del indie hecho en el norte de España, los madrileños engrandecieron el sonido amateur de esa época con arreglos orquestales propios de la música de cámara. A ello se sumó la voz de Silvia, cuya interpretación tomaba nota de las mencionadas Astrud y Claudine, así como también tendía hacia la afectación de Jeanette.
Elefant Records -una de las piedras angulares del primer indie español- fueron siempre unos enamorados de los sonidos más dulces del pop. Hasta hoy, Montse Santalla y Luis Calvo han invitado a su casa de discos desde célebres del mod ibérico (como Los Flechazos y su secuela Cooper) hasta el grueso del sonido Donosti (Family, Le Mans, Single, Aventuras de Kirlian) pasando por las esenciales Vainica Doble (de las que publicaron En Familia, su obra cuasi póstuma).
No fue raro, pues, que en aquel 1998 apostaran ciegamente por editar el primer y único disco completo de Niza.
Con motivo de los 25 años que Elefant Records cumplió en 2014, la disquera está desde entonces reeditando joyas de su catálogo en lanzamientos especiales, de los de vinilo grueso, envoltorios atractivos y contenido extra. Así, a clásicos como Entresemana de LeMans, El Sonido Efervescente de La Casa Azul o Alta Fidelidad de Los Flechazos, se acaba de sumar Canciones de Temporada de Niza.
Publicado originalmente en 2002, el álbum venía respaldado por un plantel de altos vuelos: Guille Mostaza (Ellos) al bajo, Eric (Los Planetas) a la batería y Guille Milkyway (La Casa Azul) a los coros.
Todos ellos se habían reunido un día en El Refugio Antiaéreo de Granada (el estudio propiedad de J Planetas) para obedecer las órdenes de Carlos Hernández (productor de infinidad de grupos como Triángulo de Amor Bizarro, Airbag, Mercromina o Deluxe). Para rematar la faena, las mezclas se encomendaron a Ian Catt, un inglés que tiene en su currículum el haber trabajado para Saint Etienne, The School y The Field Mice.
Canciones como “Parasol”, “Radio Star” o “Amor Cúbico”, más el regalo del último concierto en Tokio, eran razones de sobra para que Niza sacaran del armario sus Canciones de Temporada.