Brigitte es mucho más que un grupo. Son todas las mujeres a la vez y precisamente por eso, las queremos tanto.
Sylvie Hoarau y Aurélie Saada formaron este dueto nada convencional hace diez años, cuando eran amigas y compartían tanto sus tristezas como los fracasos artísticos de sus propios proyectos. Es entonces cuando deciden juntarse y cuando las cosas comienzan a tener otro color, como ellas mismas dicen:
“Éramos unas losers. Buscábamos constantemente cómo gustar y obviamente no funcionaba… Pero cuando decidimos ser nosotras mismas porque no teníamos nada que perder, todo fluyó”.
El proyecto de Brigitte fue innovador en varios aspectos: tener dos cantantes, por ejemplo, no era tan común hace diez años, además de su sonido compuesto de varios estilos, con una fuerte influencia de los años setentas, algo de la era hippie y disco, con coronas de flores en el cabello, joyas étnicas y vestidos pegados recordando al Studio 54 de Nueva York.
“Brigitte se reivindica como una mujer francesa, pero sus sueños se pasean en un viejo Cadillac color pastel en un malecón con palmeras altas”.
Hasta su mismo nombre: “Brigitte”, era peculiar, porque de esa manera honraban a todas las mujeres: Brigitte Bardot, Brigitte Fontaine, Brigitte Lahaie, etc.
Y finalmente, un último elemento clave: un amor completamente asumido hacía la cultura popular americana. Brigitte se reivindica como una mujer francesa, pero sus sueños se pasean en un viejo Cadillac color pastel en un malecón con palmeras altas.
Esta imaginería “New México” aparece por supuesto en sus videos, pero también en su música, a través de voces, coros y arreglos incluidos.
En su nuevo disco Nues (Desnudas), siguen fieles a sus ideas y convicciones. Íntimo y sincero, pero siempre arrullado por una energía muy sensual, este material se elaboró en el transcurso de un año y a distancia (Sylvie en París y Aurélie en Los Ángeles), con una nueva forma de trabajar para este dueto, que por cierto son más pareja que grupo.
Ambas tienen siempre un lugar de predilección (ver el espléndido video de “Palladium”, que es un homenaje a la mítica discoteca parisina) y las dos se esfuerzan particularmente en hacer resaltar, de la manera que sea, las mujeres que las rodean: sus madres, sus tías, sus amigas, sus hijas, sus compañeras de trabajo etc.
Cada canción de este nuevo disco aborda temas muy personales que la distancia en las dos ayudó a soltar por escrito: “Sauver ma peau” habla de la dificultad de irse cuando es la única opción que queda, y “París” es obviamente un tributo a la ciudad que aman y odian a la vez.
De la relación difícil entre un padre y su hija en “Mon intime étranger”, a los lazos indestructibles que existen con la madre “Le goût du sel de tes larmes”, Brigitte explora profundamente las distintas facetas de la mujer.
El dueto tiene un tercer disco brillante, que es también un himno a la solidaridad femenina. Doce canciones que suenan como confidencias, elaborando el retrato de mil mujeres en una y dónde cada una se encuentra, se identifica, se reconoce. Un disco-diario ideal, una músico-terapia, una cura a la ruptura amorosa…
Al desnudarse, Brigitte nos ofrece un disco universal, poético, rítmico y suave. Complejo. Como una mujer.