JUAN DE LA SERNA
Suele decirse que el sonido de una banda debe mostrar de donde proviene, ¿pero cómo lograr esto sin caer en los estereotipos y sin repetir un sonido clásico?
Jambinai, trío de Corea del Sur formado en 2011, tiene la respuesta: llevando el concepto tradicional a un lugar sin limites, con una influencia de cosas nuevas y viejas, y acaparando técnicas y elementos de géneros aparentemente opuestos o muy alejados a los que está región del mundo presenta.
En la cultura coreana se conoce como minsogak a la música folklórica de la región que es rica en expresión y emociones, y sin duda Jambinai son dignos representantes de ello, pero de una manera muy particular.
Es difícil utilizar la palabra “original” hoy en día, ya que en la mayoría de los casos se vuelve un concepto debatible, pero quizá sí podemos asegurar que esta banda de Corea es muy fresca.
Jambinai tiene bajo la manga elementos del post rock, noise, música tradicional coreana y toques de metal. Un sonido completamente saturado y abrasivo que posee la cualidad de dar diferentes matices y de no siempre estar en el mismo plano.
Por momentos nos recuerdan a una versión un tanto más pesada y progresiva de la banda japonesa Mono, pero con detalles que hacen de ellos algo completamente avant garde. Podríamos detallar muchísimos subgéneros más e influencias que se encuentran en su música, pero la única manera de comprenderlos es con un buen par de audífonos.
A pesar de ser relativamente nuevos, los surcoreanos han escalado peldaños poco a poco y al dejar de ser una banda independiente también han empezado a colocarse en diversos festivales alrededor de Europa, donde han promocionado su segundo material A Hermitage, lanzado por la disquera holandesa Earth Beat.
Uno de los elementos más interesante de esta grabación es que no es un disco de sencillos, porque de cierta forma está pensado como una experiencia sónica para escucharse de principio a fin. Canciones tan distintas entre sí, que a veces parece que no se trata de la misma banda o que por lo menos es otro disco suyo.
Esta banda se postula como una de las mejores propuestas en su no género. La mezcla de tantas cosas y su poder expansivo logran acaparar la atención de un público que gusta de muchas cosas que constantemente estén desafiando sus oídos. Tienen un camino difícil por recorrer, ya que hasta cierto punto deben hacer una carrera como banda de culto.
Jambinai hará reconsiderar a la “escena”, tanto en el sentido de música tradicional, como en el del avante garde y las posibilidades de ambas como elementos principales en un collage de géneros y sonidos.