ESTEBAN CISNEROS
Godspeed You! Black Emperor es –podríamos decirlo así– el Thomas Pynchon de la música pop. Poco dada a dar la cara, es una banda (¿o colectivo?) que se especializa en la complejidad, la evasión y el enigma (desde los títulos de sus discos a sus políticas, no dar entrevistas una de ellas), que se ha construido un universo ignoto que fascina a sus seguidores (incondicionales en todos los casos) y que ha hecho de la lobreguez un acto político de confrontación.
Experimental pero rigurosa, enmarcada en esa cosa llamada post-rock, carente de voces en sus grabaciones (más allá de los sampleos) y constructora de ambiciosas sinfonías sin partitura en las que la cabalidad y la anarquía conversan con cadencia y eufonía, Godspeed You! Black Emperor es una leyenda.
Surgida en Montreal, Quebec, en 1994, la comuna empezó con tres orates (Efrim Menuck y Mike Moya y Mauro Pezzente, que permanecen) a los que se les han unido –como en circo victoriano– otros aedos talentosos para llegar a formar un grupo de hasta nueve en escena con guitarras, bajos, tambores, violines, chelos y proyecciones fílmicas en 16mm.
Su música es, sí, magnética y narcótica. Polariza. Lleva al culto o a la ansiedad. Es cinematográfica e hinchada. Es todo lo que el Top 40 no es, con toda intención. Esa densidad de retruécano está fríamente calculada. GY!BE es el puro misterio, como hechiceros que buscan acólitos sólo en quienes les descifran o como la intelligentsia vanguardista del pop que se comunica en clave con otros teóricos del caos y la creación.
Se toman muy en serio y son abiertamente políticos: hablan del quehacer de la música como servidumbre al rey y a la nobleza o como una apertura a los plebeyos; se enfrentan, desde su concepción y formación, al modelo establecido del hacer música/arte/comercio/dinero. Son contradicción: el hoi polloi avant-garde, si cabe. Actúan, tal cual, como una comuna. No hay un líder, no hay jerarquías; no dan la cara, no se fotografían para la prensa. No hablan con ella, salvo algunas excepciones.
Tal vez su anécdota más famosa (comentada hasta por Michael Moore) fue un arresto que sufrieron en Oklahoma en 2003. Se sospechaba que eran terroristas. Damas y caballeros, estos son Godspeed You! Black Emperor – cuyo nombre se deriva de un también denso filme japonés de culto de Mitsuo Yanagimachi sobre una pandilla de moteros.
Cinco discos (y uno que viene en otoño de 2017) han llevado esta locura sónica a todo el mundo. Desde F#A#∞ (1997) hasta su más reciente, Asunder, Sweet and Other Distress (2015) han pasado casi veinte años, interrumpidos por un parón de actividades en 2003 tras Lift Your Skinny Fists Like Antennas to Heaven (2000) y Yanqui U.X.O. (2002). Regresaron en 2010 y dos años después grabaron ‘Allelujah! Don’t Bend! Ascend! Una discografía como banda sonora para el apocalipsis.
Goodspeed You! Black Emperor visitará la Ciudad de México por primera vez, en el marco del Festival Aural, el 15 de Diciembre de 2017. .
C/S.