NICO GONZALEZ
¿Y ahora quién?
Luego de 15 años de carrera, se separó Tan Biónica. La banda liderada por Chano Moreno Charpentier publicó el martes pasado en su fanpage un escueto comunicado en el que intentaba suavizarle el golpe a sus fans, aclarando que se trata de un impasse por tiempo indeterminado.
Sin embargo, la definición exacta de impasse habla de “un asunto o problema que no progresa o al que no se le encuentra solución”. Y ¿Cuál es el problema de Tan Biónica? ¿O deberíamos preguntarnos, cuál es el problema de Chano?
Si dejamos de lado los gigabytes de especulaciones publicadas en el último tiempo, lo que se sabe a ciencia cierta es que el cantante no atraviesa su mejor momento, lo cual no quiere decir que esté atravesando el peor, ni mucho menos que el momento sea malo.
Entre los permanentes romances con modelos y actrices de moda, el front-man se ha ido convirtiendo en un personaje siempre a mano de los programas de chimentos pero también de la sección policial, producto de sus episodios al volante, su excesos, sus intentos de rehabilitación, etcétera.
Esto podría ser malo, cómo no serlo. Hay que ver qué utilidad le da Chano a sus supuestos excesos. Muchas opciones no hay. Bien podría convertirse en el próximo personaje limado de estudio de televisión, o bien suceder lo que decía William Blake: “El camino del exceso conduce al palacio de la sabiduría”.
Otra cosa cierta es que fue Chano el que “se cortó”, y que cancelaron varias presentaciones que ya tenían contratadas con anterioridad. Esto puede leerse como un acto imprevisto, un arrebato, o bien como un aprovechamiento de la situación, ya que “pasando su peor momento” Charpentier paradójicamente atraviesa su punto más alto de popularidad. Popularidad que, entre otras cosas, le permite trabajar por su cuenta, sin la necesidad de un grupo.
Tan Bionica en una de sus mejores presentaciones en vivo – Usina del Arte, 2015.
Al menos en su parte farandulesca, Chano acaba de estrenar la primer temporada de su reality streaming “Buscar la canción”. Fueron nueve capítulos de no más de diez minutos subidos directamente a su fan page, donde se lo vio viajando, “buscando una canción”, interactuando con diferentes personajes, y hasta comiéndose a besos en Nueva York a la esposa de Darío Lopérfido, amigo personal de Chano y creador del jugoso matrimonio de la banda pop con la gestión del actual presidente Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires. Lopérfido es el actual Ministro de Cultura de la Ciudad y un peso pesado de la industria rock argentina. Sin dudas, un personaje que hasta merecería un reporte aparte.
En el plano musical, y sin dejar de tener en cuenta el dato anterior, habrá que ver qué tan grave es la caída de seguidores que se sienten realmente abandonados. No son pocos, pero seguramente logre establecerse como solista. Más preocupados deben estar el resto de sus compañeros, que muy difícilmente puedan hacer algo, a excepción del bajista, “Bambi” Moreno Charpentier, hermano de Chano y puertas adentro el verdadero CEO del grupo.
Chano – Buscar la canción – S01EP01
Pero lo más interesante de todo, y la razón por la cual le estoy dedicando un reporte tan extenso a una banda que el 90% de los rockeros argentinos detesta, es el vacío que se crea en la industria al desaparecer del mapa Tan Biónica. Sin duda, TB es el fenómeno pop más grande que la Argentina ha tenido desde el año 2000. Compararlo con el boom de Soda Stereo a finales de los ochentas no es exagerar, aunque hayan tenido estrategias bien distintas. Los millennials, además de un fenómeno mediático y de ventas, también fueron un fenómeno de redes, algo que Soda no conoció y que trae aparejado cuestiones mucho más novedosas en el campo de la relación que una banda establece con sus seguidores.
Pienso, la última vez que un grupo pop argentino adquirió masividad, (Miranda!, año 2003), Tan Biónica estaba grabando los demos de su primer álbum. Si la historia se repite, el próximo fenómeno pop de masas podría haberse formado cuando Tan Biónica explotó en 2011 con Obsesionario. Porque si algo sabemos de la industria, es que los lugares no quedan vacantes. Show must go on, en todo sus significados posibles.
Para alguien que observa y disfruta de la música independiente, es un momento en el que se mezclan distintas sensaciones. Por un lado incertidumbre. ¿Quién será, tomarán los dueños de la pelota la dirección adecuada, sabrán cómo hacerlo, qué música escucha el Gran Hermano? Sería un cambio total en el paradigma nacional, que abraza todo lo que es rock y rechaza todo lo que es pop. Aún en el caso de TB, con sus seguidores replicando el formato rock al autoproclamarse “el piberío”. Por otro lado esperanza. Tiene que ser. El Nuevo Pop Argentino está en su mejor momento. Seguro hicimos un reporte de ellos.
Se terminó una gran banda, la silla quedó vacía. Toca esperar.