LIDIA LEIVA • Una joven promesa que vale la pena escuchar.
Con solo un disco propio en el mercado, Patrick Richardt es una de las jóvenes promesas en la línea de míticos solistas como Thees Uhlmann, con quien de hecho ha compartido el escenario en varias ocasiones, lo cual por supuesto le ha ayudado también para darse conocer.
Anteriormente perteneció a la banda alemana procedente de Krefeld, Oh Napoleon, en la que pudo desarrollar su creatividad musical mediante la creación de sus propias letras en inglés, aunque más tarde decidió hacerlo en alemán, pues según él así le era más fácil expresar sus ideas sin clichés. Y es que para él, componer canciones significa una reconstrucción y rehabilitación personal.
So, wie nach Kriegen (2013) es su primer disco en solitario que define el estilo que siempre quiso extrapolar y la puerta que abre el camino de baldosas amarillas. Firmado bajo el sello de Gran Hotel Van Clee, el álbum está compuesto de 13 tracks, y con él, Richardt se encamina honestamente entre el indie y el pop más melódico complementado por su piano, especialmente en “Gleichstorm”.
Con unos rasgueos de guitarra intenta endurecer el lado más melancólico del disco, en canciones como “Fliegen Lernen” o “Wie die Meere entstehen”, pero la pieza que más representa su conjunto se llama “Ade Ade”, primer sencillo que brilla tanto por su lírica como por su melodía pegadiza, y dentro de él discurren ciertos toques agridulces en más de una ocasión.
El mundo de los cantautores alemanes abre puerta a un nuevo fichaje que no necesita muchos reflectores para conseguir el éxito.
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