ALEJANDRA CHAVARRÍA
Un disco encaminado a nuevos públicos, más que a sus seguidores de toda la vida.
“A las fiestas fresas no me dejan entrar”, rezaba la canción “Déjenme Rocanrolear”, que data de hace seis años y que hoy deja entrever la suerte de cambios que esta banda de rockabilly ha experimentado.
Del disco Rebel Cats y sus Amigos salen 17 tracks que entremezclan el ritmo del rockabilly con la voz de Vince Monster, la guitarra de Vincent Van Rock, el contrabajo de Lalobilly y los teclados del más nuevo integrante, Chucho Tormenta. El aporte en este caso es la participación de los “amigos” de la banda, quienes imprimen en cada canción su estilo característico.
Lo más rescatable del material es la colaboración con Marcela Viejo (Quiero Club) y la banda española Mambo Jambo en “Mala Influencia”; canción que rescata de forma notoria la estructura más pura del rockabilly: guitarra eléctrica, batería, piano, saxofón y el característico contrabajo, sonando muy similar al beat del pionero Bill Haley y recordándonos al revival del género que se dio en los años ochenta en España.
La amalgama entre Rebel Cats, el saxofón de Dani Nel.lo, la guitarra de Mario Cobo –dos figuras representativas de la escena del rockabilly mundial–, junto con la sensualidad de la voz de Marcela Viejo, fueron la mezcla que imprimió frescura al sonido de antaño, mostrando un sonido mucho más trabajado.
Pero también hay desaciertos como el de tratar de respetar la forma interpretativa de los invitados, incluso cuando no siempre se acoplan a la perfección las voces con la línea musical, lo que genera algunos choques. Aunque las fusiones resulten interesantes en aras de transmitir lo mejor de dos mundos, hay canciones que definitivamente valen más la pena en sus versiones originales.
Rebel Cats y sus Amigos funciona desde la perspectiva de revivir aquella primera época de Rebel Cats, es decir: como rescate de sus inicios para complementarlo con los nueve años de experiencia y crecimiento. Sin embargo, el disco está más encaminado a quienes no están tan familiarizados con el género o la música de la banda. Para quienes los seguimos desde hace tiempo resulta repetitivo y sin una propuesta clara. El disco trascenderá en función de su diversidad musical, no tanto de realizar un aporte novedoso al género.
Más allá de la innegable calidad musical del grupo, pareciera que en este disco echaron mano del recurso de las colaboraciones para posicionarse en otro nicho. Rebel Cats se han aventurado a conquistar a otro público.
Un dato relevante es que recientemente pasaron de las filas de una disquera independiente a firmar contrato con Universal Music. Dicen las malas lenguas que cuando una banda firma con una transnacional vende su alma al diablo… aunque también se dice que el rock & roll es el demonio en persona. ¿A quién creerle?
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