Las históricas reclamaciones a Spotify por una “compensación razonable” a los músicos a cambio del uso de su música en esta plataforma ha llegado a las calles de Madrid, en una manifestación convocada ante su sede para exigir “justicia, transparencia y un céntimo de euro por reproducción”.
Apenas ha acudido una decena de personas a la concentración, que se inscribe dentro de una iniciativa internacional promovida por Union of Musicians and Allied Workers (UMAW) y que tuvo lugar casi en paralelo con la investigación desarrollada en el parlamento británico a todas las compañías de audio en “streaming” para comprobar si, en efecto, llevan a cabo un pago justo a los artistas.
“Exigimos transparencia y un céntimo por streaming, que parece una tontería, pero la diferencia es abismal frente a lo que nos dan ahora mismo”, ha denunciado Miguel Grimaldo, de la sección de músicos de CNT Madrid, tras cifrar en aproximadamente 0,005 euros lo que Spotify revierte actualmente a sus proveedores de contenido por cada escucha.
En ese sentido, han incidido en que sus reclamaciones llegan en un momento especialmente duro para los profesionales que se dedican a la música.
“Un problema que tenemos en este sector que nunca nos dan de alta y, cuando sucede una cosa como esta pandemia, no podemos acogernos al paro ni tenemos derecho a prestación de ningún tipo”, dijo Grimaldo.
“Durante la pandemia se han aprovechado del trabajo voluntario de los músicos. Se están beneficiando de nuestros derechos y nosotros no vemos ninguno. Por eso protestaremos ante Spotify, Youtube y todas las que viven a costa nuestra”, declaró a Efe Juanjo Valmorisco, de la coordinadora sindical de Trabajadores / as Músicos.
Para la organización que representa, “las plataformas están siendo abusivas tanto en el pago de los derechos a los músicos, como en la falta de cuidado y acción frente a los derechos de propiedad intelectual, además de evadir una cantidad de dinero en impuestos en países donde tienen radicadas sus compañías “.
Respecto a la falta de seguimiento de esta protesta, sus convocantes han reconocido que “tristemente” era lo que esperaban. “Hay mucha desunión en este mundo. Los sindicatos somos poca gente luchando por los derechos de todos y no entendemos que se hayan quedado hoy en casa”, han lamentado.