JUAN DE LA SERNA
El sonido expansivo en otro soundtrack de la banda.
Cada pieza cinematográfica o documental se apoya en diferentes elementos para explicar y enfatizar ciertos aspectos. ¿Pero qué pasa cuando una de las bandas más prominentes del llamado post rock se encarga de esa tarea?
El resultado se encuentra en Atomic, Living in Dread and Promise, dirigido por Mark Cousins y lanzado por la BBC en agosto de 2015. Un trabajo que si bien es clasificado como documental, tiene más bien elementos de una pieza audiovisual (hasta cierto punto experimental) sobre la bomba atómica de Hiroshima y sus repercusiones.
Por suerte, y a pesar del cliché del tema, Atomic lo aborda de una manera un poco diferente, siendo menos explícito en algunos aspectos y con la ayuda de los escoceses reforzando el acto contemplativo.
Esta no es la primera vez que Mogwai hace el score de un documental. Ya les habíamos escuchado colaboraciones de este tipo como el de la serie francesa Les Revenants; The Fountain y hasta cosas que parecieran no tener algo en común con su música, como un documental sobre Zinedine Zidane.
Así que tener cierta experiencia y trabajar con libertad creativa les ayudó a mostrar otro trabajo favorecedor, aunque esto ya no parece representar un reto mayor para una banda que es primordialmente instrumental, y cuya propuesta ha pasado a ser aceptada incluso en el mainstream.
El soundtrack tiene lo que se puede esperar de la banda, aunque en este caso la música tiene mucho más sentido después de haber visto el documental, para contextualizar y apreciar la idea en su totalidad.
Si lo vemos sólo como una grabación, hay unas piezas más afortunadas que otras, como “Are You a Dancer”? y “Ether”, mientras que el sencillo promocional (“U235”) no es tan buena elección, al caer en lo monótono de unos beats que evidentemente no son el fuerte de Mogwai.
Atomic es un disco compuesto de momentos interesantes, algunos llenos de tensión y otros de completa paz, como saben hacer Stuart Brathwaithe y compañía. Esa dualidad entre éxtasis, desenfreno, melancolía y tristeza siempre ha sido uno de sus puntos fuertes.
Un material recomendable para quienes apreciaron el documental y para fanáticos de la banda. En cualquier otro caso hay mejores discos del grupo para enamorase.