Un disco mitad herejía, mitad tributo.
SAMUEL VALDÉS LÓPEZ
Los discos póstumos pueden ser problemáticos. Hay tres razones principales para dudar de la calidad de ellos: 1. El producto final no refleja lo que deseaba el artista. 2. El disco es un artilugio que busca ordeñar las carteras de los fans de hueso colorado –y de los morbosos. 3. Es un producto sin terminar que a veces se entregan como estaba.
En el caso de Xscape, el resultado suma todas las razones. Se usan las voces originales, con arreglos nuevos empotrados o reemplazando los arreglos de los demos originales. Productores modernos y calados como Timbaland, L.A. Reid, StarGate y hasta el buen Babyface hacen su aparición aquí, dando como resultado un disco que es mitad herejía, mitad tributo. Más o menos como El Hombre Biónico.
Si algo se agradece es que por más arreglos que aventaron para hacer que las canciones sonaran “modernas”, la voz de Michael Jackson sigue estando al frente, parada como el Coloso de Rodas sobre los arreglos con que cimentaron estas ocho (¡ocho!… ¿No le pierden?) canciones.
“Love Never Felt So Good” se acerca vocalmente a Stevie Wonder y es quizás la que más se pega al sonido clásico de Michael Jackson, con un arreglo disco que quedó perfecto. “Chicago” y “Loving You” tienen arreglos de Timbaland (probablemente los que le sobraron de Scream) y se nota perfectamente que no quiere meterse en camisa de once varas, aún cuando por momentos empieza a sonar un poco a dubstep con IDM.
“A Place with No Name” es interesante, ya que se inspira en “Horse with No Name”, de America. Es un poco extraño escuchar a Michael Jackson apropiarse de la melodía de alguien más, pero funciona muy bien, con el arreglo ayudando a la canción a galopar.
“Slave to the Rhythm” anda en todas partes, ya que Sony la ha estado usando indiscriminadamente para promocionar su nuevo celular (haciendo leña del árbol caído.) La canción tal vez se acerca demasiado al pop que nos han traído Rihanna y compañía (posiblemente por la producción de L.A. Reid.) No es mala, pero es la que menos me satisface y voy a culpar al arreglo demasiado rimbombante.
Las letras de Michael a veces tocaban temas poco usuales para una canción pop y esto se refleja en varios de los tracks de Xscape. Romances traicioneros son relatados en “Blue Gangsta” y “Chicago”. “Do you Know Where your Children Are” es una canción sobre el abuso infantil que tal vez acabará alimentando mil y un chistes sobre los juicios de abuso de menores de Michael Jackson, pero es una buena canción y es un tema rara vez tocado en el pop.
La homónima del disco cierra y mantiene muchos de los sonidos que Jackson usaba en Dangerous, con una buena manita de gato que es más respetuosa que, digamos, poner a The Black Eye Peas en Thriller (perdón, pero eso no lo superaré). Creo que la acidez en las vocales es lo que le da mayor fuerza a esta canción.
Honestamente me ha gustado más este disco que los anteriores Michael e Invincible. Aún cuando sabemos lo perfeccionista que era MJ, este disco es un mejor producto, porque le da un sonido más rentable a demos que difícilmente hubieran vendido tanto como estas versiones posiblemente venderán.
Ahora, ¿este disco le hubiera gustado a Michael Jackson? Lo dudo, aunque sólo él podía decidirlo. Hay una escena en el documental This is It, donde Michael Jackson y Michael Bearden (director musical y tecladista) discuten por un arreglo, con Jackson haciendo énfasis en que la canción debía sonar como en el disco porque es lo que la audiencia espera. El punto de la escena es que Michael era un perfeccionista porque era muy duro consigo mismo y no podemos decir con seguridad que hubiera aprobado esta colección. Aunque conociendo su afán por querer modernizar su sonido (escuchen HIStory, en serio), también es muy probable que hubiera trabajado con alguno de estos productores.
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