ALEX CASTRO
Hace unos días, mientras millones de espectadores contemplaban las abundantes carnes de Beyoncé, unos cuantos nos deleitábamos con cualquier otra cosa… por ejemplo, el nuevo material de su hermana Solange.
Las comparaciones entre Beyoncé y Solange surgieron hace mucho. En ese momento, Solange inteligentemente argumentó que son artistas diferentes. Y claro que lo son: Una finca parte de su carrera en ser una celebridad –cualquier cosa que eso signifique– y la otra difícilmente ventila su vida personal; una está empeñada en parecer una muñeca y la otra en ganar algo de respeto en la música. Barbie Vs. Diana Ross, si lo ponemos de un modo exagerado.
Ambas son cantantes, bailarinas, modelos y hasta donde se sabe, coautoras de la mayoría de sus canciones. Ambas debutaron en solitario hace exactamente diez años. Solange es DJ, Beyoncé es empresaria.
Musicalmente, Solange no le pide nada a su hermana mayor, pues aunque Beyoncé tiene el respaldo de Jay-Z (de hecho, lo más destacable de su discografía son los tracks donde el rapero ha metido mano), Solange prefiere juntarse con gente como Pharell Williams, o más recientemente Lightspeed Champion.
Beyoncé tiene todos los reflectores para ella, mientras que Solange se mantiene a su sombra, sencilla y sonriente; no resignada, sino consciente de sus capacidades, como en su momento Janet a la sombra de Michael.
Pero dejemos en paz a Beyoncé, que suficiente debe tener con tener que cuidar las fotos no aprobadas por su publicista que continuamente se filtran a la red. Estábamos con Solange, quien a finales del año pasado dejó ver el primer adelanto de lo que sería su primer EP, True. Tercer lanzamiento y tercer sello discográfico al hilo, para que nadie diga que es una mujer sumisa.
El mini álbum, producido por su amigo y colaborador Dev Hyner, a.k.a. Lightspeed Champion, parece estar inspirado en el pop, el new wave y otras referencias ochenteras, como los sintetizadores que se escuchan en la abridora del disco, “Losing You”:
Pero hay más, como las finísimas “Some Things Never Seem To Fucking Work” y “Locked In Closets”, muestras de un pop desenfadado y glamoroso pero también realista. Ni tan prendido ni tan melancólico; más bien sereno, en ese ambiente intimista del R&B que toca la puerta de la cachondería pero no necesariamente cruza el umbral.
Y claro, la buena mano del productor que redondea un EP en el que constantemente se asoma el Michael Jackson de finales de los setentas. El cierre, exquisito con “Bad Girls (Verdine Version)”, que será el preámbulo para un nuevo LP de la artista que verá la luz este mismo año.
Beyoncé y Solange no necesariamente son para un mismo público. La sencillez y transparencia que a la primera le faltan, son atributos de la segunda. Y que cada una se quede donde está.
Escucha aquí el EP completo: