MAURICIO HERNÁNDEZ A • Este año la banda nos da un extraño regalo en el que coverean a gente como David Bowie, Roxy Music y Queen.
Mentiría si dijera que soy fan de la música de Melvins. De hecho, el primer recuerdo que tengo de esta banda, es que la escuchaban mis amigos con los que acostumbraba patinar a principios de los noventas. Era divertida aquella competencia: Mientras ellos se deleitaban con estos sonidos, yo lo hacía con Bowie, Roxy Music y Throbbing Gristle.
Han pasado ya muchos años. La patineta quizá sea ahora mi enemiga; aquellas tardes de rampas y banquetas quedaron atrás… pero tal pareciera que Melvins insisten en seguir mis pasos.
Este año, la banda norteamericana me da un extraño regalo: este material en el que coverean justamente a aquellas bandas que les platico. “Station to Station”, de David Bowie; “In Every Dream Home a Heartache”, de Roxy Music y “Heathen Earth”, de Throbbing Gristle, además de canciones de The Jam, Queen y hasta The Kinks.
Trece experimentos con el toque de la casa: Estruendosas guitarras, agresividad vocal y una incesante batería, hacen que mi mente rápidamente se transporte dos décadas y quiera gritar que en un futuro todo podrá ser posible.
Es claro que los de Seattle muestran en esta producción lo que les llevó a ser Melvins, una de las bandas precursoras de esa corriente que jamás logré entender, denominada grunge. Influencias, gustos y quizá la música con la que crecieron, están plasmados aquí.
Lo digo fielmente por el sentir en cada corte que integra el material. No fue coverear por coverear, es notorio su compromiso y dedicación en cada track. Y destaco el gran trabajo de aterrizar temas como “You’re My Best Friend”, de Queen, con una cadencia extrema. Repito: no soy fan de Melvins, pero en 2013 los veo de distinta manera.
Escúchalo completo aquí:
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