Música de esa década que no debería quedar en el olvido…
PABLO EMILIO ISLAS MÁRQUEZ
Desde la semilla del brit-pop hasta el neogótico, pasando por otras etiquetas, estas son nuestras propuestas y las razones por las que deben seguir guardadas en tu inconsciente:
1. Immaculate Fools. “Tragic Comedy”
Dos pares de hermanos, los Wheatherill y los Ross formaron este grupo en Kent, Inglaterra, en 1984. Sus primeros dos discos pueden considerarse entre los que cimentaron el brit-pop de los noventas, gracias a canciones como “Immaculates Fools” y “Tragic Comedy”. Infaltables e infalibles.
2. The Church. “Metropolis”
Desde Canberra, en Australia, llega esta banda reconocida gracias a su famosísima canción “Under The Milky Way”. Sin embargo, todavía estaban por presentar más canciones grabadas en los límites de los años ochenta. Con la presión del éxito comercial de su predecesor, Starfish, la banda presenta el disco Gold Afternoon Fix, en el que tuvieron muchas derrotas, como el no consolidar como productor a John Paul Jones (Led Zeppelin) y las broncas por adicciones entre Steve Kibey y el baterista Richard Ploog, que terminan con la salida del segundo. Sin embargo, nos quedan las notas de canciones como ésta:
3. The Waterboys. “The Whole of the Moon”
Todo gira entorno al genio creativo de Mike Scott. Aquí hay escoceses, ingleses e irlandeses. Encuentras música celta, folk y rock, además de trompetas y violines que lo convierten en un cocktail sonoro de exquisitas proporciones. Las letras son mágicas y evocativas (“Yo hablaba de tener alas, tu simplemente flotabas”); derivadas quizá de las pasiones de Scott, quien estudió Literatura y Filosofía en la Universidad de Edimburgo. El Todo de la Luna, infaltable e imperecedera.
Recomendación: Compren el disco This Is The Sea o el de éxitos, pongan la canción y disfrútenla; no se conformen con escucharla en las bocinitas de su computadora o teléfono. Háganme caso:
4. The Replacements. “I’ll Be You”
Es 1989 y han decidido probar nuevas cosas: bajarle a la distorsión de las guitarras, grabar al baterista con la ayuda de un metrónomo y seguir los consejos de su alguna vez productor, Tommy Ramone (si de los Ramones) para presentar maravillas como ésta.
Y los Replacementes de inmediato se convierten en imprescindibles para entender el alternativo de los Estados Unidos. Su líder, Paul Westemberg se convierte en una figura icónica para los groncheros de inicios de los noventas.
5. The Jesus and Mary Chain. “Head On”
Otro par de hermanos, pero provenientes de Escocia. Jim y William Reid editaron Automatic en 1989 y su repercusión fue inmediata en ambas costas del Atlántico. Y si no me creen, pregúntenle a Black Francis (Pixies), quien incluyó su versión de este track, tan solo dos años después en el álbum Trompe Le Monde.
6. The La’s. “There She Goes”
Las drogas acabaron con esta banda de Liverpool. Lee Mavers editó tan solo un disco en 1990. Sin embargo, este primer sencillo (1988) fue utilizado en películas como Fever Pitch y Juego de Gemelas, con Lindsey Lohan en una escena de niña paseando por las calles de un Londres que nunca había visitado. Entre los primeros fans de la banda se encontraba Morrissey, en ese entonces, todavía con The Smiths.
7. The Stone Roses. “I Wanna Be Adored”
Esta es la verdadera realeza del pop británico. Estos cuatro tipos tendieron un puente de ida y vuelta entre la antigua tradición musical británica (The Beatles, Rolling Stones, The Who, The Kinks) pasando por The Smiths y llegando hasta bandas como James, Pulp, Oasis y Blur.
Sin los Stone Roses no podrían explicarse muchas cosas como el brit-pop; son una verdadera bisagra entre generaciones. La mala suerte, managers sin escrúpulos, disqueras voraces y egos fuera de control acabaron con el grupo que sólo alcanzó a editar dos discos: Stone Roses (1989) y Second Coming (1994).
Sorprende que 25 años después, decidan olvidarse de todos esos problemas para continuar deleitándonos con estas canciones memorables. Este track deja su belleza de manifiesto en la película Green Street Hooligans (muy recomendable). En la escena, dos bandas de hooligans se enfrentan prácticamente a muerte. La banda vencedora celebra con estas notas de fondo:
8. Simple Minds. “See the Lights”
En algún momento llegaron a ser la nueva sensación de la escena musical británica, y competían al tú por tú con U2 por liderar el rock mundial. Más allá de sus sonadísimos éxitos “Don’t You” o “Alive and Kicking”, éste es un perfecto ejemplo de la evolución sonora de la banda, que cruzó desde el post punk y el new wave a lo electrónico y experimental, hasta llegar al llamado anthemic rock, también practicado por U2.
Y eso les ha valido vender más de 60 millones de discos en el mundo.
9. Echo and the Bunnymen. “Lips Like Sugar”
Con la emotiva y natural voz de Ian McCulloch y la guitarra serpenteante de Will Sergeant, la banda lanzó en 1987 este material directo y contundente. Los oriundos de Liverpool demuestran a finales de los ochentas que el rock de guitarras no estaba muerto y que regresaba para quedarse.
10. The Mission. “Butterfly on a Wheel”
Ante la disolución de la totémica banda de rock gótico The Sisters of Mercy, el cantante y guitarrista Wayne Hussey y el bajista Craig Adams, crean en 1986 este otro grupo, con la que buscaban ambientes musicales más amplios, aunque sus orígenes los delataban.
A finales de 1989 afinaban los detalles para el lanzamiento de su cuarta producción Carved In Sand, que contiene la tristemente hermosa “Butterfly On A Wheel”. Los constantes cambios de alineación terminaron por debilitar a The Mission para ofrecer una carrera más sólida, aunque eso tampoco fue un impedimento para que se erigieran como uno de los imprescindibles del neogótico (cualquier cosa que eso signifique).