ESTEBAN CISNEROS
- El Lugar Favorito de lo Horrendo es un título fantástico. Ya ahí me ganaron.
- Es el título del nuevo disco largo de Hiroshima Dandys, un proyecto caprichoso pero con mucha historia. Ya con ese nombre uno sabe que se enfrenta a un proyecto cerebral y posmoderno, en las mejores acepciones de ambos términos.
- Esto va de electropop desencantado e irónico, con letras muy pensadas y liadas y rebosantes de referencias a libros, películas y otras músicas; va de sintetizadores y cajas de ritmos y guitarrazos tajantes, de cantarlo todo con apenas afectación, con un laconismo árido. Va de electrónica para pensar que también sirve para bailar, de sonidos en clave retrofuturo porque New Order y Human League y Clan of Xymox y Yellow Magic Orchestra siguen sonando a revolución.
- Los Hiroshima Dandys prefieren llamarlo “technopop enrarecido”. Seré franco: dan en el clavo.
- Es que ese es el sonido de hoy. 2016 suena así. Los de avanzada saben que es así. Y por eso se aferran a él. Porque es un “presente enrarecido.”
- Pero lo de Hiroshima Dandys no es cosa de novelty, no se están subiendo a un tren en marcha desde una estación cómoda. Pablo “Mambo” Rivas, cabecilla del clan, lleva veinte años haciendo música con computadoras viejas, teclados Casio y otros cachivaches electrónicos que zumban y ronronean. El bonaerense, adelantado e inquieto, prácticamente ayudó a construir las vías del tren del eighties revival latinoamericano, aunque supongo que odiaría que le encasille de ese modo. Porque aquí hay más: es la búsqueda de un nuevo elemento incendiario, de esa chiribita que va a terminar por encenderlo todo para poder acceder a La Próxima Cosa Grande; ver al pasado para planear el futuro.
- A pesar de haber estado musicalmente inactivo por varios años, regresó a inicios de esta década para ser parte esencial de tres proyectos: The Quindimils, Fok Electrochongo y nuestros héroes de hoy, Hiroshima Dandys. Y no está solo esta vez. Se le han unido Nicolás González en la guitarra y Flori Lí en teclados y coros. En la cabina de grabación, apretando botones necesarios, está José “Peta” D’Agostino. El experimento ha salido bien (“¡Está vivo! ¡Vivo!”) y el disco, El Lugar Favorito de lo Horrendo (difícil resistirse a decirlo de nuevo) es su mejor placa hasta ahora: es más insolentemente pop que cualquiera de sus trabajos anteriores, sin perder el filo ni el prestigio.
- El lugar favorito de lo horrendo hace honor a su nombre, no es sólo para impresionar. El disco va de violencia y catástrofe (“La inundación”, “Acto de violencia” que hace referencia a una película uruguaya de culto, de la puta vida cotidiana (“El camino de las decepciones”, “Lo mezquino”, “Desprenderme”), de antihéroes legendarios (“Cassidy”, un pequeño ¿homenaje? al bandolero inmortalizado en aquel western de George Roy Hill), de héroes verdaderos (“Ada Lovelace”), de spleen y clase (“Confort y desesperación”).
- Hiroshima Dandys cuenta para este álbum con tremendas colaboraciones. Ahí están Pepe K (de Los Telépatas), Ezequiel Rivero (de Carmen Sandiego), Adrián Garbagnoli (de La Mucama Mental) y de Diego Ocaño (Galileo).
- El disco, que vale la pena tener, fue editado digitalmente por el netlabel Sólo Le Pido A Dior que ya nos tiene acostumbrados a propuestas de calidad. No se deja de lado el lanzamiento físico, en disco compacto, que corre a cargo de RED Distribuidora de Conceptos, de Daniel Melero, para quienes aún necesitan tener un objeto en su colección.
- Anoten a Hiroshima Dandys para la lista de lo destacado del año que se acaba. Seguro que no van a tacharlos. Porque, querámoslo o no, vivimos en el lugar favorito de lo horrendo. Aquí.
C/S.