ALEJANDRA HERRERA
Alejarse (aparentemente) del sonido rock pop con el que han cautivado a un gran número de personas significó un acierto para Arcade Fire, así como para el compositor canadiense Owen Pallett al crear el score para el más reciente filme del director Spike Jonze.
¿Y por qué decimos que se trata de un sonido aparentemente lejano a lo que nos tienen acostumbrados? En sus álbumes como banda, los temas de Arcade Fire no suelen tener la instrumentación típica de una banda de rock, haciendo posible que una cierta sonoridad clásica encaje bien en la estética del mal llamado “indie rock”. Ahora, esa habilidad que tienen como músicos con formación clásica, la han llevado a otro ámbito: el score de una película que enfatiza el fuerte vínculo de la tecnología con la psique humana.
El piano es el protagonista de este soundtrack, y en conjunto con cuerdas e instrumentos de viento y algunos loops, forman piezas que connotan una melancolía como la que vive Theodore Twombly, personaje protagonizado en la cinta por Joaquin Phoenix.
Este disco refrenda la versatilidad creativa del grupo y es un factor de peso para seguir atentos a lo que desarrollen después. Y es que, aunque no sea música que se considere una novedad en sí misma, la coherencia que tiene con el filme hace que sea un trabajo importante.
Tracks destacados: “Loneliness #3 (Night Talking)”, “Morning Talk / Supersymmetry”, “Loneliness #4 (Other People’s Letters)” y “Dimensions”.
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