LIDIA LEIVA
Este fin de semana asistimos a uno de los festivales más esperados en centro Europa: el festival Rockavaria que se celebra en la capital bávara, concretamente en el estadio Olympiazentrum. Aquí el recuento día por día:
DÍA 1: VIERNES 29 DE MAYO
Comenzamos al mediodía a disfrutar del ambiente festivalero y de los conciertos que nos ofrecía el escenario principal (mainstage). Nos acercamos un tanto a ciegas a ver uno de los grupos que más despertaba nuestra curiosidad: Tiggerfinger, una banda belga de Amberes que en los últimos años ha crecido con sus últimos trabajos como Faders Up 2. La banda protagonizó un comienzo apabullante con una mezcla de sonidos ancestrales, y aunque al principio la acústica no era muy buena, debido a que no había equilibrio entre el sonido de los instrumentos y la voz, poco a poco fueron mejorando.
Su actuación fue bastante activa, pese a la poca cantidad de aforo, cosa que nos sorprendió, al igual ocurrió con el concierto de la banda berlinesa Bonaparte; una banda que sorprende por la puesta en escena un tanto psicodélica y que a pesar de sus técnicas musicales un tanto rústicas, realizan un performance de baile provocativo junto con la intervención de coros y violines.
Incubus fue la siguiente actuación, y para mi gusto uno de los mejores espectáculos, gracias a las pantallas y las luces que hacían mejorar su presencia. La interacción de la banda con el público fue muy reducida, cosa que dio lugar a un concierto bastante tranquilo y sosegado, un tanto en su línea, aunque no por ello dejaron de entregar calidad en sus conocidas canciones como “Drive” o “Anna Molly”.
Después fuimos a ver Eisbrecher en el second stage. Los industriales alemanes, bastante queridos entre los asistentes, nos embaucaron con el equilibrio generado entre el sonido y las voces en directo en canciones como “Schock” o “Zwischen uns”, que fueron de las más destacables.
Y para cerrar el primer día no podíamos faltar a Muse, y así fue que nos volvimos al mainstage, que comenzó a llenarse progresivamente. Sin duda fue de los mejores conciertos a los que pudimos asistir por el juego de luces y animaciones que la banda presentó. Pese a la lluvia que nos cayó a mitad de “Hysteria”, no dejamos de disfrutar cada instante, también con otros éxitos que calaron al público como “Uprising” o “Feeling good”.
DÍA 2: SÁBADO 30 DE MAYO
Abrimos la jornada la peculiar actuación de La Dispute en el escenario Theatron. Una banda joven de hard rock procedente de Michigan que se formó en 2004 y que en su actuación dejó escuchar un sonido bastante trabajado, tanto en la música como en la voz grave del vocalista Jordan Dreyer. La puesta en escena no fue muy peculiar, debido a que el escenario tampoco permitía mucho más por su tamaño pequeño, pero la banda mantuvo en activo al público en todo momento.
Haciendo balance decidimos acercarnos al concierto de Beyond the Black, la banda alemana de Mannheim que nos acercó a sonidos sinfónicos del black metal con la voz de su vocalista Jennifer Haben. A pesar de su corta carrera se nota la calidad musical de la banda en todas las canciones del directo en el que dan a conocer su primer trabajo Songs of Love and Death. Interactúan entre canción y canción con el público, que a pesar de ser reducido era bastante activo.
Después comenzó Epica, la banda holandesa que ha sido inspiración para otros grupos nuevos de metal gótico-progresivo. La banda tiene una puesta en escena oscura pero eso les ayuda con la mezcla de luces con la que interactuaban con el público, además de las intervenciones de la cantante que llenaba la sala de energía.
Los noruegos Turbonegro fueron nuestra cuarta banda elegida, y no nos equivocamos al asistir a su concierto que nos mantuvo despiertos entre guitarras y la voz ruda de Tony Sylvester. Su puesta en escena era bastante peculiar, sobre todo porque la banda iba disfrazada con ropas estrafalarias e iban maquillados de piratas.
Al empezar la noche dimos paso a Judas Priest, concierto al que no podíamos faltar. Su puesta en escena junto con la de Kiss fue de las mejores no solo por sus interacción entre canción y canción, sino por su alucinante calidad sonora durante todo el espectáculo.
Y claro, los reyes de la noche fueron los míticos Kiss, sin duda de las mejores actuaciones en todos los sentidos. Desde el comienzo empezaron con su típico juego de luces y fuegos artificiales, mientras sonaban canciones como “Firehouse” o “Crazy Crazy Nights” y ellos se balanceaban en el aire o pegaban saltos inesperados que dejaban al público boquiabierto.
DÍA 3: DOMINGO 31 DE MAYO
El último día nos atrevimos a asistir a uno de los conciertos más oscuros del panorama festivalero: la banda francesa Gojira nos dio un ejemplo de black metal singular llevado al extremo entre voces y los fuertes rasgueos de guitarra.
Inmediatamente después comenzó Anathema. Los de Liverpool protagonizaron un show bastante sosegado por los ritmos melódicos y la voz femenina que endulzaba los sonidos más graves, aunque no dejaban de crear un ambiente oscuro.
La banda australiana Deez Nuts llenó el escenario Theatron durante todo su espectáculo y es que entregó al público una dosis de hard rock que nos mantuvo en movimiento durante su breve concierto. Los metaleros Meshuggah, procedentes de Suecia, nos brindaron el penúltimo concierto del día en el second stage, y para nuestra sorpresa consiguieron atrapar al público a través de la agresividad de sus guitarras y su puesta en escena un tanto siniestra.
Para acabar la jornada asistimos al concierto de Metallica, que como era de esperar dieron uno de los mejores espectáculos de todo el festival, gracias a la rica ilumanción y a la interpretación de temas como “Enter Sadman”, “Master of puppets” y su nostálgica “Nothing else matters”.
Rockavaria fue un encuentro con los grandes clásicos pero también con las nuevas promesas del rock y del metal. Un festival bien organizado en el sentido logístico, aunque a veces dejó que desear por la inaccesibilidad en ciertos escenarios, como en el caso del Theatron, dedicado a grupos menos conocidos, donde era imposible acceder como prensa cuando se completaba el aforo. Pese a la muchedumbre, los otros accesos eran bastante espaciosos y variados, por lo que en ningún momento se llegó al atasco.
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[…] por Tobias Jundt, es de las formaciones alemanas más prometedoras que vimos en el festival Rockavaria 2015, aunque ya de antes les seguíamos la pista gracias a su último álbum homónimo Bonaparte (2014) […]