DANNA CAMPOS • Hace algunas semanas presentamos al australiano que se esconde detrás del mote. Aquí la charla que tuvimos con él, unos días antes de su primera presentación en México.
Fue a los quince cuando Nick Murphy comenzó a jugar a hacer música en la computadora, iniciativa que fue premiada por su abuela, quien le facilitó su primera guitarra. “En ese tiempo, yo estaba muy inmerso en la música electrónica; entonces cantaba, tocaba y plasmaba lo que me venía a la mente en ambas cosas”, nos dice.
Murphy, quien aún no se autoproclamaba un faker, siguió experimentando con la música durante los siguientes cinco años, hasta que se dio cuenta que lo que comenzó como un hobbie se estaba convirtiendo en una necesidad de expresión.
Sobre el seudónimo
Empezamos por la parte anecdótica, indagando si Murphy ha sido objeto de burlas o de críticas por haber tomado prestado casi todo el nombre de Chet Baker, a lo que él ríe y argumenta: “Sé que este seudónimo se presta para eso, pero nadie me ha hecho burla en realidad; es sólo un nombre artístico… Aquí en Australia hay otro músico que también se llama Nick Murphy, así que por eso tuve que irme por otro nombre, como el de Chet”.
“Uno no tiene que ser técnicamente perfecto en algo para que tenga feeling…“
Pero queremos saber más, por ejemplo, si realmente fue el jazzista una influencia musical para él o si sólo adaptó el nombre porque sonaba bien. “En realidad, Baker sí fue una gran influencia para mí, confiesa. “Hace un par de años, cuando inicié este proyecto, comencé a buscar un nombre que proyectara algo relacionado con la música que hago. Y algo que me impactó de Chet Baker fue que inicialmente él no cantaba… sólo era trompetista, pero por azares de la vida comenzó a cantar, y me gustó que, aunque él no era precisamente excelente en ello, sí podía ser un buen cantante”.
Y agrega: “No sé si eso tenga sentido, pero creo que uno no tiene que ser técnicamente perfecto en algo para que tenga feeling. Es algo que he querido hacer con mi música: No preocuparme porque cada nota que cante o toque esté perfectamente interpretada… sólo quiero asegurarme de que tenga la emoción correcta. Por eso Chet Baker fue una revelación para mí y pues, la continuación del seudónimo “Faker” fue para recordarme que ése no era mi nombre”.
“Sucedió muy rápido y no estaba listo para todo esto”
Bien bajado el balón, atacamos por otro frente. Por ejemplo, el del éxito rotundo que tuvo su cover de “No Diggity”, de Blackstreet. ¿Golpe de suerte o plan perfectamente trazado? Nuevamente ríe y se apresura a contestar: “No, para nada fue un plan. Todo surgió una noche, cuando estaba sentado en mi estudio casero y grabé esa canción; ni siquiera iba a ser esa lo que iba a grabar… yo quería que fuera una canción original que ya tenía, pero por alguna razón “No Diggity” estaba atorada en mi mente, así que sólo la grabé y me fui a dormir. Al día siguiente la subí a YouTube, la compartí con algunos amigos en Facebook y en poco tiempo, vi que ya tenía muchísimas visitas de todo el mundo… Fue realmente abrumador y aún lo es. Sucedió muy rápido y no estaba listo para todo esto”.
Antes de terminar la llamada, preguntamos qué se puede esperar del recital que ofrecerá en la capital mexicana este septiembre. “Lo que hacemos es montar un show en vivo que se mezcla con música electrónica; toco con un trío de bajo, guitarra y batería que combina soul y jazz y que, al mismo tiempo, juega con esos sonidos para hacerlo más atractivo”.
Será la primera vez que Faker visite Latinoamérica, situación por la que se dice ansioso y emocionado. Y nosotros le creemos.
* Chet Faker se presenta el 21 de septiembre en el Lunario del Auditorio Nacional.
–
[…] Uno de esos experimentos es “Bout You”, con música de BLCK RSSN, y fue incluido en una compilación de Gilles Peterson, con lo que ganó la atención de varias disqueras. Sin embargo, prefirió trabajar por su cuenta y lanzar Limey de manera independiente en Octubre de 2012. El EP tuvo productores como el mismo BLCK RSSN, Oddisee y Chet Faker. […]