POLA THRACE
Esperas un pop dulzón y melodías pegajosas y eso es lo que obtienes.
Erasure tiene una cualidad y es que sus discos siempre serán lo que se espera de ellos. Aparte de un breve periodo en que experimentaron con sonidos diferentes –y de lo cual ni los fans fueron fans–, con este dúo estamos seguros de que no nos dan gato por liebre: esperas un pop dulzón y melodías pegajosas y es lo que obtienes.
The Violent Flame, su último álbum, no es diferente. Incluso si en la forma de escribirlo cambiaron un poco su procedimiento, esto es imperceptible en el resultado: la voz siempre pura de Andy Bell, la temática de alguna forma optimista sobre decepciones amorosas y las ganas de bailar, incluso en los temas más lentos.
Durante 37 minutos, este disco nos ofrece esos tracks ligeros y simpáticos, con todo y su obligada balada sobre que todos somos uno mismo (esta vez bajo el título “Be The One”), y termina antes de que nos demos cuenta. Quizá el tema que sorprende por ser menos ligero es “Smoke and Mirrors”, que aunque comienza un espiral descendiente, de todas formas no se va tan abajo en el mood.
Al final, The Violent Flame es un disco para fans, quienes quizá no lo encuentren brillante, pero por lo menos no terminarán diciendo que extrañaron “esos viejos tiempos en los que Erasure sonaba a Erasure.”