Su primer disco independiente, sus nuevas batallas y el futuro de Caifanes.
ALEX CASTRO
Después de un estira y afloja en el que no consigo que me dejen escuchar el disco íntegro pero sí varios de sus cortes, acudo a la cita con el músico en una galería de la Ciudad de México.
Este martes, Saúl Hernández lanza su segundo disco en solitario, titulado Mortal. Un puñado de canciones inéditas que no vienen solas, sino acompañadas de otro tanto ya conocidas y en directo. Me explica que esto se debe a una decisión de trabajar con un sonido mucho más íntimo y personal. “No quería solo sacar un disco, ver que pasaba y luego con el tiempo sacar otro (porque) Mortal es una transición de Remando. Cuando empezamos la gira de Remando se empezó a desarrollar en el escenario un territorio de experimentación al que le puse ‘La memoria de los sentidos, canciones y caminos’…
“Tomé las canciones que he hecho estos años y las transformé, basándome en el punto de partida, o sea: de dónde salieron, qué impulso me llevó a trabajarlas… Y así lo platicaba en vivo, entrando en una dinámica de conversación en la que cambié los arreglos por ambientes. El cierre de la gira en la Sala Nezahualcóyotl y el Teatro Degollado de Guadalajara fue tan hermoso, que automáticamente sentí la necesidad de entrar al estudio para redondear esa “experimentación”…
“Así que si tomas la primera canción de Remando y te vas hasta la última de Mortal, encontrarás ese surfeo entre las olas que está ligado. Es un tríptico; una idea que estuve pensando durante años, y que se refleja en el primer sencillo de este disco al hablar de una búsqueda: ¿para qué estás haciendo esto y por qué?”
Ya sea por la edad, la experiencia o porque así conviene a su imagen, me encuentro con un Saúl totalmente sencillo y hasta amable, quien ante la falta de una mesa para colocar la videocámara, ofrece sentarse en el piso de una de las salas de la galería. No es el mismo Saúl Hernández que hace unos veinte años con trabajos me devolvió el saludo en una fiesta.
Y esa sencillez que proyecta, real o ficticia, no desentona con la vulnerabilidad que se percibe en estas canciones; temas de alguien que se muestra totalmente expuesto a los mismos sinsabores que cualquier otro humano. Él se apresura a comentar que este es un trabajo muy modesto de su parte y que no pretende conquistar el status quo del rock star ni salir en limusinas a comerse el mundo. “Trato de conquistar al espejo; entendí que con todos estos años, el espejo es un combate, y que a veces nos reflejamos pero no nos vemos o no nos reconocemos”.
En Mortal se escuchan varios de los momentos e intenciones rockeras de siempre, pero también otras mucho más musicales y acaso más apacibles y serenas. Él asegura que es la primera vez que puede mostrar una parte llena de paz interior y un equilibrio interno. “Las canciones van sobre ese camino: “Fuerte”, “Nadie como Tú”, “Te Levantaste” o “Me Buscaré” vienen en esa dirección, pero al mismo tiempo (el disco) es muy fuerte en la cuestión sónica (porque) quise abordarlo con esa fuerza, esa furia y esas ganas de expresar esa emotividad, porque estar en paz no quiere decir que estés en silencio”.
Este es el primer disco independiente en toda la carrera de Saúl, aunque él no lo ve como algo nuevo: “Venimos del subterráneo, somos músicos que nacimos en la escena independiente y eso lo conocemos muy bien; la sorpresa fue entrar a una disquera. Ahora siento que estoy regresando a lo básico y me hace sentir muy cómodo (…) Me siento muy contento de poder moverme como yo quiera, no tener de alguna manera que explicar algunas filosofías, ideas intenciones”.
Saúl siempre dice que sus proyectos no son solo suyos. Lo decía con Jaguares, al que llamaba un “taller”, y lo dice ahora en su propio proyecto que, aunque lleve su nombre, tiene una participación importante de los músicos que lo acompañan (Bernardo Ron, Marco Rentería y Gustavo Collado, a quienes llama “Los Imposibles”), además del coproductor del disco, Don Was.
También hay una colaboración de su hija Zoey, de quien Saúl dice que tiene una inquietud natural por la música. “Cuando estaba trabajando en la canción “Entre tú y yo”, ella se acercó y me comentó esa canción era algo muy diferente a lo que yo estaba haciendo. Su comentario me motivó y cuando estaba organizando la producción y aterrizando todo en mi cabeza, la invité a cantar una versión eléctrica con Los Imposibles, porque tenía curiosidad, y quería que ella entrara. Así que accedió a grabarla y quedó como un pedazo de pureza dentro del disco”.
Antes de irme le pregunto cómo alterna su etapa solista con la de Caifanes, ahora que ambos proyectos se encuentran en activo. Y sin pedirlo, termina adelantando que la banda ya se encamina, ahora sí, hacia la grabación de un nuevo material de estudio.
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