Pablo Emilio Islas Márquez
Hace 30 años llegaba el argentino Fito Páez a la Ciudad de México, respaldado por el éxito del álbum El amor después del amor y para presentar su álbum Circo Beat. Esta visita lo consolidó como un infaltable del movimiento Rock en Español. Tres décadas más tarde, decide regresar al El amor después del amor y regrabarlo, invitando a una serie de personalidades que le da nueva vida a esas canciones. Desde su casa, Fito nos habla de sus más recientes trabajos.
Fito, el tiempo vuela y ya pasaron 30 años del lanzamiento del Amor después del Amor.
El tiempo es una ilusión también. La vida es sueño, decía Calderón de la Barca. Hay una foto de cuando nací donde mi tío Carrizo, que era el médico que me sacó del vientre de mi madre, me toma de las patas y lo que se ve claramente es que tenía los huevos más grandes que la cabeza, entonces eso se ve que se mantuvo hasta el día de hoy con toda claridad.
Ya lo creo y más en los últimos años, que se necesitan huevos para hacer lo que a uno le gusta.
A ver, por supuesto, dejando de lado la broma, me da la sensación que hay algo en el espíritu de algunas personas y en la suerte también que hacen que cuando coincidan esas dos dimensiones, incluso hasta la del destino si queremos ponernos más orientales, hace que sea inevitable que te dejes que sea más fuerte el aroma de unos acordes o la sensualidad que te produce una música a la tentación de querer obtener dinero rápido haciendo cualquier cosa.
Entonces hay algo allí que tiene un valor claramente. En este caso yo me siento muy privilegiado, porque si bien he tenido suerte y he luchado mucho en mi vida ante situaciones adversas, como tenés que hacer tal música o tener que hacer tal otra, o tenés que cambiar tal, fueron propuestas denegadas y por eso también me expulsaron de varias multinacionales a través de mi vida. Finalmente esa tozudes del espíritu cobra una dimensión esperada y siempre hay una devolución de gratitud en mayor o menor medida de amor, de gente agradeciéndote a través del tiempo, gracias por esta canción o la otra gracias por haber cantado aquí, gracias por venir a tocar a este lugar tan olvidado del mundo, gracias por esto.
“No sé quién dijo alguna vez que en el amor se ocultaba una cuota alta de egoísmo, porque siempre hay algo gratificante cuando vos das amor”
Es una vida que tan bien está llena de gratificaciones, ya sea estés en el llano o en el pozo o en la cresta de la ola, que es muy difícil abandonarla. Hay algo hermoso allí. No sé quién dijo alguna vez que en el amor se ocultaba una cuota alta de egoísmo, porque siempre hay algo gratificante cuando vos das amor, lo que te vuelve te hace bien. Entonces es probable que esta frase ingeniosa y no sé qué tan cierta será, pero hay algo de eso que está circulando en ese espíritu de ese chico que tenía 8 o 9 años y ya la música y las palabras y el cine fueron algo importante a través de su padre que lo instigó casi a tener esa vida y que eso siga rebotando al día de hoy, porque no. Así como hay grandes financistas y a grandes abogados o cirujanos, también hay gente tozuda que se dedica a esto y de vez en cuando se obtienen logros importantes.
Nos tomas por sorpresa con una canción que estás lanzando, retomas una canción muy hermosa cuando llegabas a México y se recibía hace más de 30 años y tomas a una cantante más reconocida por el regional mexicano, como Ángela Aguilar.
Te voy a hacer la pequeña antropología de la historia de cómo conocí a Ángela. Recuerdo una escena de Mullholland Drive, la película de David Lynch, donde al final las protagonistas acuden a un teatro incierto y aparece una cantante cantando acapella un tema en español y crea un clima en la película terrorífico, de alta emotividad y macabro, de esas cosas que tiene Lynch, que no se sabe bien qué es lo que está pasando. Años más tarde yo estaba en Las Vegas en una gala en los Latin Grammy y ella sale con micrófono en mano y tres guitarristas atrás de ella. Aquello era un pandemónium de baile, de gritos, de excitación y de hormonas y sale ella tan concentrada y hace una versión de “La Llorona” que nos heló la sangre a todos. Y me llevó directamente al clima de Lynch, con un clima de enrarecimiento total, porque no tenía nada que ver con todo lo que estaba pasando alrededor, como si hubiera un “fade out” en la música, o de todo y hubiera aparecido esa voz cristalina, prístina y como las grandes artistas, Ángela no tiene género, puede ser cualquier cosa, lo que ella quisiera. A sus 22 años no tiene límite, puede ser actriz, cantante de ópera, puede ser domadora de caballos, puede ser lo que quiera porque tiene un gran talento. Cosa que puede confirmar cuando la invité a cantar en el teatro Dolby en Los Ángeles. Después de una cena con Pepe y su Mamá y alguno de sus hermanos. Cantó “Yo vengo a ofrecer mi corazón” con un solo ensayo. Había de tres mil personas, estaba atestado el lugar y lo volvió a hacer. Era una situación de alto riesgo, ya que la canción entró como una perlita. Y cuando oyes esta canción, pensé en una voz femenina, cantando en La y pensando en quien me podría acompañar y claramente pensé en Ángela. A la semana me devolvió las grabaciones, y fue muy fácil vincularse con ella, es una artista muy generosa, lo hace con mucho amor y mucha dedicación.
¿Dónde descubriste la habilidad de hablarle a generaciones más jóvenes? ¿Qué tanto influye tu paternidad?
Me doy cuenta y me lo hace saber, tanto mi hija Margarita, como mi novia Eugenia, que tiene treinta y pico, me lo hacen saber. -Vas a dejar de escuchar a Mahler y ahora vas a escuchar esto, y me sientan y me ponen a Paco Amoroso, a Natti Peluso-, me obligan a escucharlos y bienvenida la obligación, porque descubro artistas maravillosos. En el caso de Ángela, la descubrí primero que ellas me bombardean constantemente. Me he conectado a través de ellas con una cantidad de artistas maravillosos en todo el mundo y lo único que hace revelarte que estás en una cadena, simplemente hay que vincularse, es raro no vincularse. La música es un arte vinculatorio. Necesitas estar en contacto con el otro, porque simplemente la música no existiría. Hice algunos streamings durante la pandemia, y era un loco pegando de gritos solo, gritándole a una pared, me parecía una locura psiquiátrica. Falta el otro, la piel del otro, el oído del otro. Y no tienen que ser miles, podría ser solo una persona. Hice mis monerías yo solo aquí en mi casa, aunque fueron momentos de terror debido a la soledad y tan agresiva con la expresión musical.
“EADDA9223 es un álbum entre provocativo por un lado y confirmatorio de que no hay nada sagrado, no hay que sacralizar nada, porque la música también es matemáticas y juego”
¿Este nuevo material forma parte de algo en particular?
Surgió la idea de reversionar El Amor Después Del Amor 30 años más tarde. Fue un laboratorio especialísimo, porque tenía que dejar música que ya está instalada en el consciente colectivo e iban a causar un montón de opiniones. Y también el arte debe tener obligatoriamente eso, en un momento dividir aguas y es un álbum entre provocativo por un lado y confirmatorio de que no hay nada sagrado, no hay que sacralizar nada, porque la música también es matemáticas y juego. Así que damas y caballeros, perdónenme, el disco lo hice yo y le voy a dar vueltas como una media.
¿Qué sientes al ver ahora tu vida en la serie de streaming El amor después del amor?
Bueno, no es mi vida exactamente, son extractos, balbuceos, trozos. A mi me gustó mucho la serie, me pareció en un sentido efectiva, alguien tomó la decisión de que fuera un melodrama finalmente, porque estaba llena de colores en principio el guión y se supone que está basada en mi autobiografía, en donde todo es bastante más florido y a un montón de gente le provocó una serie de emociones totalmente válidas y muy emocionantes en el sentido de que todo lo que llega desde afuera es la emoción de personas que vieron reflejadas las baldosas del patio de su casa o los autos de los años 60 y 70 o cómo eran algunos ámbitos de los 80. Faltó un poco de rock and roll , pero se revivió parte de la vida argentina que no estaba visualizada en ningún lado, eso hizo que se removieran un montón de emociones en el sentido de que todo mundo quiso opinar y hablar y contar lo que le pasó, porque es la primera vez que eso está allí de esa manera, contando extractos de la vida de una persona que tuvo la suerte y la voluntad, de, ante tantos inconvenientes anímicos y tragedias familiares, seguir adelante, construir unas canciones que con todos estos elementos llegaran a oídos de muchas personas y fueran parte de le educación sentimental y parte de la banda de sonido de las vidas todas estas personas. Así que entre la suerte, la voluntad y el delirio es como uno también ve la serie.
El álbum EADDA9223 está en plataformas de streaming desde mayo de 2023.