ALEJANDRA HERRERA
Ramin Djawadi nos traslada a la época de esta historia, con la intensidad de la acción y efectos especiales de la actualidad.
Drácula es una de las novelas con más adaptaciones para la pantalla grande, y cuya musicalización de siempre depende de la estética y género cinematográfico. Una obra literaria para la que es inevitable recurrir a ciertos elementos, tanto sonoros como visuales, que evoquen lo lúgubre, aunque su adaptación fuera una comedia.
El blockbuster reciente sobre la historia más famosa de Bram Stocker es Dracula Untold, opera prima del director Gary Shore. Una película ostentosa en efectos especiales, con más acción y menos drama, lo cual supone que el compositor Ramin Djawadi (Iron Man, Game Of Thrones) fue una elección atinada debido a su experiencia en la musicalización de filmes épicos en los que hay una buena dosis de disputas, batallas y golpes.
Djawadi nos entrega temas en los que se escuchan elementos musicales clásicos con los que se pretende trasladar al espectador varios siglos atrás, como en el caso de la música sacra y los cantos gregorianos, que en este están para acompañar un contexto sombrío. Por otro lado, la mezcla de cuerdas y percusiones es lo que brinda énfasis a los momentos de acción excesiva.
Un score adecuado para este tipo de producciones cinematográficas, aunque a quienes agrade y conozcan sobre música barroca, quizá no les parezca agradable esta adaptación contemporánea.
Destacan: “Sultan Mehmed”, “Broken Tooth” y “The Brood”.
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