Un_documental que aborda la relación de un productor con los músicos. Obligatorio para los fans de las buenas historias y sus soundtracks.
MOISES GARCIA M.
Hasta hace unos años, la idea de una casa disquera siempre me traía a la mente un edificio ubicado en alguna avenida principal con puertas de cristal, un guardia mal encarado en la entrada y una coqueta recepcionista que amablemente te mandaba al cuerno con todo y tu demo.
La idea siempre subía algunos pisos en el elevador y se estacionaba en el número 99 donde siempre encontraba a un tipo calvo y obeso sentado en un sillón de cuero rodeado de ejecutivos con sobrepeso. Todos fumaban habanos y, entre calada y calada, decidían el futuro de la música y de muchos músicos.
Ahora sé que en muchos casos es así, pero también que existen disqueras como Wild Records. Elise Salomon también lo sabe. Ella es la directora de Los Wild Ones, documental que explora la inusual relación entre un productor de origen irlandés y los artistas de su sello discográfico; un talentoso manojo de músicos de origen mexicano que interpretan rock & roll al estilo de los cincuentas.
Wild Records es una casa disquera ubicada en el patio trasero de Reb Kennedy, un apasionado de la música que llego a Los Ángeles vía San Francisco con la promesa que un flyer le hizo en la calle. La primicia: Mexican rock & roll.
La energía que Lil’ Luis y Los Wild Teens proyectaban, fue tal que Reb los fichó de inmediato y así comenzó la historia de uno de los sellos más auténticos que existen actualmente. Han pasado diez años y la nómina de Wild Records incluye poco más de veinte bandas e intérpretes, la mayoría de origen mexicano, entre los que destacan Omar & the Stringpoppers, The Rhythm Shakers y la gran voz de Gizzelle.
Los discos se graban en un pequeño estudio casero en el patio trasero de la casa y es más bien común ver los instrumentos reposando en el pasto junto a botellas de whisky barato y latas de cerveza. Aún creen en el vinilo y el Do it yourself!. Creen en el compromiso y la lealtad. Se ven a sí mismos como una familia.
Una historia inusual y emotiva. Una historia anacrónica, pero no debido a la música o la estética de los personajes, pues el rockabilly si que está de actualidad. El verdadero anacronismo aquí es esa relación músico-productor que no deja de recordar a los días dorados de Sun Records y el documental –al menos en el teaser– lo deja muy claro:
Los Wild Ones ha tenido un éxito inesperado y hasta el momento ha cosechado una oleada de críticas positivas, un par de premios y menciones en los festivales que han tenido la suerte de proyectarlo y se antoja como un obligatorio para los fans de las buenas historias y mejores soundtracks.
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[…] nota con su potente voz. Su nombre es Gizzelle y es uno de los talentos que descubrió la disquera Wild Records hace más de cinco años. Proveniente de Los Ángeles, California, y de ascendencia mexicana, […]