¿Por qué hay tantos discos que nunca llegan a nuestros oídos? Aquí varios ejemplos.
SAMUEL VALDÉS LÓPEZ
A pesar de los avances tecnológicos, hay un fenómeno en la industria musical que sigue sucediendo de vez en cuando: el de la música que “se pierde”. Y no en el sentido de que “todas las bandas suenen igual”, sino en uno más parecido a cuando la BBC quemó un montón de sus programas en los años setenta [1]. Pero no hablemos del pasado oscuro de las televisoras inglesas, mejor vayamos al grano: En el mundo de la música hay muchos discos perdidos, ya sea porque se enlataron o porque los amigos de lo ajeno se los llevaron.
¿Por qué se puede “enlatar” un disco? Las causas son varias: desde conflictos con la disquera, como le pasó a Red House Painters con el álbum Old Ramon, hasta una decepción con el producto final, como le sucedió con Dave Matthews Band y su obscuro Lillywhite Sessions.
Hay discos que simplemente se han tardado en ver la luz del día y que quizás nunca saldrán. Esto es maná del cielo para los fanáticos de hueso colorado, quienes hacen conjeturas sobre cómo sonaría la banda en aquellas míticas grabaciones que solo unos cuantos afortunados han podido escuchar.
Eventualmente, algunos discos alcanzan a salir a la superficie gracias a filtraciones de miembros de la banda o por adjuntos, tal como sucedió con el soundtrack de The Box, que hicieron algunos miembros de Arcade Fire. En otros casos, todo termina siendo rumores de que salga o no el disco, haciendo que el mito sobrepase casi siempre al resultado final. Y sin embargo, hay excepciones como la del dichoso SMiLE, de Brian Wilson, que no fue la decepción calibre Chinese Democracy que muchos temían.
Pero entre tantas conjeturas y posibles alegatos, mejor veamos algunas situaciones concurrentes:
1. La banda lo mandó a volar
Hay veces que el producto terminado apaga los miembros del grupo, ya sea porque se decepcionaron con el sonido final o porque no le vieron un futuro comercial. Tenemos como ejemplo los varios discos (rumorados tres [2]) que U2 ha dejado en la bóveda desde su No Line in the Horizon (2009); el disco que los señores de Sigur Ros simplemente abandonaron sin terminar, o el álbum My Squelchy Life, de Brian Eno, quién sólo dijo que el momento del disco había pasado [3].
2. El “al ratito lo acabo”.
Después de los diez años que se aventó Peter Gabriel para terminar Up, anunció que había al menos tres discos de material con las más de cien (!) canciones que tenía en proceso [4]. Hasta la fecha, no ha salido I/O, el que sería la secuela de Up, pero ha sacado un disco de covers y uno de reinterpretaciones con orquesta de sus grandes éxitos.
3. Enlatado y ahí se queda
Zack De La Rocha ha dicho en varias ocasiones que colaboró con Trent Reznor [5] y The Roots en un disco que no ha salido y que ni título tiene. Duran Duran grabó Reportage, pero la intempestiva salida de su guitarrista Andy Taylor los obligó a dejarlo en una bodega junto al Arca Perdida y empezar de cero. Tapeworm, el proyecto que incluye a Trent Reznor y Maynard James Keenan, se mantuvo en gestación hasta que descarriló. Dos canciones se recuperaron para A Perfect Circle y Puscifer. Por su parte, Neil Young hizo un disco country llamado Homegrown, pero decidió enlatarlo y mejor sacar Tonight’s the Night.
4. “El primo de un amigo lo ha escuchado”
Nebraska, de Bruce Springsteen, es uno de los álbumes más sobrios que uno puede escuchar. Fans de la banda y Max Weinberg (baterista del alma del músico) juran que la versión eléctrica del álbum, titulada Electric Nebraska, existe y que suena muy bien, pero no se ha filtrado nada de esa grabación. El manager de Springfield siempre ha dicho que “la versión correcta salió, no el demo.”
5. La muerte
El fin de la vida es seguro para todos, pero no sabemos cuánto nos falta para que llegue. Aunque la discografía de Tupac Shakur póstuma es tan extensa como lo que hizo en vida, hay un disco en particular que jamás verá la luz. El álbum donde colaboró con MC Hammer (quién en ese entonces había firmado con Death Row, un año antes de la muerte de Pac). En un extraño paralelo, Notorious B.I.G. también iba a grabar un disco llamado The Commission, con Jay-Z y otros raperos, en una suerte de supergrupo también llamado The Commission, pero Biggie también se fue antes de que este se terminara. Las colaboraciones existen en diferentes estados, todos inconclusos.
Y para no acabar esto en un tono tan sombrío, recordemos que a veces la salvación del disco enlatado también puede venir de los propios fans de hueso colorado. Entre la redistribución de bootlegs y las reconstrucciones del material (justo como le hicieron los seguidores de Dr. Who a los episodios chamuscados), los discos enlatados a veces salen de una forma o de otra.
Hay reconstrucciones del Adult/Child, de The Beach Boys y del mítico Chrome Dreams, de Neil Young. Y hay veces en que ni la reconstrucción es necesaria, porque el disco sale completo aunque sin masterizar, como sucedió con el Machina II, de los Smashing Pumpkins.
* Mañana: algunos discos que a pesar de haber sido enlatados, sí vieron la luz.
[1] Al no tener espacio en sus bóvedas, la BBC decidió borrar y quemar miles de cintas en la década de los setentas. Esta destrucción incluye 106 capítulos de Dr. Who, documentales, la coronación de la Reina Isabel II y el aterrizaje del Apolo XI en la Luna.
[2] Bono se lo dijo a The Guardian. Aunque como siempre, lo que diga Bono con un kilo de sal.
[3] La historia completa, directo de Brian Eno.
[4] Gabriel sigue trabajando en ese proyecto.
[5] Reznor asegura que por ahí andan. Si las encuentran, favor de mandarlas a donde merecen.
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