DANNA CAMPOS • El músico entremezcla un sonido fresco con la nostalgia del pop latino de mediados del Siglo XX.
García es de los pocos músicos privilegiados que posee lo mejor del mundo anglosajón y el latinoamericano. Nacido y criado en Estados Unidos, pero con la gran herencia de la cultura argentina de la que sus padres son parte, abandonó sus estudios en economía para dedicarse de lleno a la música.
Diego también hizo de lado su posición proyectos como Circus y Elefant, para entregarse a un mundo acústico en donde su voz y guitarra formaran la extravanganza seductora de poder sonar a Bowie, Iggy Pop y Roberto Carlos al mismo tiempo.
Aunque Diego García como solista es totalmente diferente a sus bandas anteriores, su esencia radica en el romanticismo de sus letras, tan firmes como las del mundo norteamericano y tan pasionales como las de la cultura latina desde su primer disco, Laura, hasta su segunda prueba discográfica, Paradise.
Aunque esta segunda carta de presentación sigue la línea de su primer álbum, logra entremezclar un sonido fresco con la nostalgia del pop latino de mediados del Siglo XX en la que vale la pena adentrarse en un momento en el que la soledad puede vulnerar hasta al más ligero pensamiento, en apariencia, balanceado; para destrozarlo y convertirlo en tristeza, en el deseo de algo perdido que se quiere recuperar.
Tracks destacados: “Sunnier Days”, “Dónde Estás”, “Thoughts Of You” y “Truth Will Ring”.
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