ESTEBAN CISNEROS
Cada país tiene su historia, pero la música pop escribe la suya propia siempre. Como un proyecto de registro histórico y social nació Cassette, Historia de la Música Chilena, una serie de documentales producidos por Cine1 y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de Chile. Los documentales, divididos en seis capítulos de media hora cada uno, se estrenaron en agosto de 2016 en las pantallas de UCV Televisión.
Hay un mundo antes del internet y Cassette intenta (y logra) recoger las historias formativas de la música popular que se gestó entonces: cincuenta años de sonidos que van de lo más experimental a los hits que definieron el gusto de un país y, por consiguiente, de un continente de habla hispana.
Contada de primera mano por sus protagonistas, este recuento es al mismo tiempo un álbum de memorias de lugares comunes y una caja de pandora que abre al espectador un universo pop de músicas poco exploradas.
Dirigida por Juan Guillermo Prado, cada capítulo de la serie se centra en un género: punk, electrónica, metal, pop, folk y hip-hop. Se vale, además, de imágenes de archivo y pietaje de cine y televisión de la época para ilustrar la historia alternativa criolla de la transición entre el siglo XX y el XXI, en un país marcado por la dictadura y la censura.
Además de las bien logradas entrevistas, Cassette está llena de referencias a grupos y artistas que moldearon la historia del mainstream, pero también del underground, con fragmentos representativos de canciones. Su visionado, que ya es posible en la web mediante el canal oficial en YouTube, es indispensable para neófitos e iniciados, ya que muestra desde distintos puntos de vista la evolución de los géneros musicales populares en Chile, que es quizá el país más propositivo y prolífico de la música popular en la actualidad.
El público conecta con esta música. Es por ello que Cassette, como muchos otros esfuerzos de historiografía alternativa, es una excelente radiografía de estas décadas en las que la radio, la televisión y el internet conformaron sensibilidades y mentalidades en distintas sociedades. Chile dice “presente.” ¡Y la hueá!
C/S.