CLARISA SEGURA
Una alternativa para disfrutar de la música en vez de sufrirla.
Mi experiencia en festivales no es muy grande aunque he asistido a todos los de la Ciudad de México. Hay muchas cosas que he aprendido a odiar de este tipo de eventos masivos. Y digo “aprendido a odiar” porque es una relación de amor-odio la que tengo con ellos. Y sin embargo, a pesar de todos los inconvenientes (largas filas en los baños, calor, correr de un escenario a otro, precios altos, etcétera), creo que no hay nada como un buen festival con buena música.
El verdadero problema comienza cuando tu cuerpo deja de aguantar los fines de semana de cero límites, y hace que padezcas de cruda física y moral desde el momento en que caminas hacia la salida y durante toda la semana siguiente. Por eso se agradece tener la opción de un festival más pequeño, como es el caso de Bahidorá, al cual asistí este sábado por primera vez.
La primera impresión fue muy buena. Un lugar pequeño en Las Estacas, Morelos, con un solo escenario en donde el punto principal es disfrutar la naturaleza al ritmo de la música.
Un lugar cómodo con amplias barras de bebidas, sin filas de espera rodeando el río y un par de albercas con pelotas gigantes, entre un ambiente muy relajado, además de precios moderados y una adecuada atención, fueron buenos detalles de parte de los organizadores.
Los primeras tres participaciones musicales fueron las de Caloncho, Mahmuni y Oso Leone, a las que muchos no atendieron debido al único problema que tuvo el festival: una larga fila para entrar a la zona de camping.
Sin embargo, el público se animó en cuanto Bomba Estéreo salió al escenario para tocar canciones como “Alma y el Cuerpo” y la famosa “Fuego”. Mi preocupación en ese momento fue que ninguna de las siguientes cuatro bandas prendería tanto a la gente. Pero sucedió todo lo contrario: Cada banda que seguía mejoró el ánimo del público; desde Wild Belle con su reggae indie hasta Polica, que aparecieron justo con la llegada de la noche para dar paso a Autre Ne Veut, Baths y Blue, y cerrar hasta las 4:00 AM con el DJ set de Matthew Dear.
En general, Bahidorá es un buen evento, bien planeado. Habrá que estar atentos a las siguientes ediciones, cuando crezca su popularidad. Por otro lado, también sería interesante que los organizadores de festivales grandes piensen en hacer festivales como este, en donde realmente se pueda disfrutar de la música y no de sufrirla.
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