CLARISA SEGURA
Black Rivers es dos tercios de Doves. Esa es su corta descripción en su Fan Page.
Así que los integrantes de Doves hicieron dos proyectos por separado: por un lado, el vocalista Jimi Goodwin lanzó su proyecto como solista el año pasado, y ahora, los hermanos Jez y Andy Williams, oriundos de Manchester, debutan este año con su primer álbum bajo el nombre de Black Rivers.
El álbum de diez canciones salió al mercado en febrero pasado. Y se trata de un disco que sorprende, de esas joyas que descubres por casualidad. Y digo joya porque hoy en día es raro encontrar un producto musical en donde cada canción sea original y diferente a la anterior. Black Rivers es una mezcla de fantasía en la que los hermanos Williams exploran con estilos electrónicos y guitarras.
La primera canción “Diamond Days”, cumple con su propósito de introducir a la audiencia a un álbum único por medio de toques psicodélicos que prevalecen durante el resto del disco. Pero el momento clave inicia en el track 2. “The Ships” inicia como una continuación del primer track1, pero en pocos segundos hay un cambio hacia sintetizadores que resaltan. En “The Forest”, Jez y Anda bajan a los ritmos setenteros pero sin dejar de sorprender con riffs y pequeños solos que ponen la piel chinita.
“Harbour Lights” regresa a un ambiente psicodélico con vocales suaves en francés. Pero de nuevo hay un cambio radical en “Voyager 1”, que sube el animo y la atención. Los siguientes tracks mantienen sutilmente un tono melancólico hasta “Age of Innocence” donde de nuevo el mood vuelve a subir. Finalmente, el cierre de “Deep Rivers Run Quiet” demuestra que el orden de cada track fue bien pensado.
Sin duda, valdrá la pena escuchar a Black Rivers no solo a todo volumen, sino también algún día en vivo. Por lo pronto, este dúo ya tiene programada una gira por Inglaterra.
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