Esta compilación será atractiva para los fans, ¿pero tendrá relevancia para el resto?
LANE COUTELL
Cuando escucho el término “rarezas” en un contexto musical, me parece que las bandas lo sobreutilizan como eufemismo, simplemente para justificar la explotación de demos mal grabados o canciones irrelevantes dentro de su catálogo, sólo por cumplir la necesidad (tal vez de una disquera) de lanzar un disco, aunque en ocasiones dicho material no cumpla con ciertos estándares de calidad.
La nueva producción de Belle and Sebastian carece de temas inéditos en un sentido estricto: se trata de una recopilación de las mencionadas rarezas, lados B y remixes, los cuales pueden ser atractivos para los fans ansiosos por este tipo de material. Sin embargo, se abre la duda de si acaso tendrán relevancia para el público general y la respuesta es bastante sencilla: afirmativo.
Da la impresión de que más que sobras archivadas o bocetos, The Third Eye Centre está lleno de temas muy bien confeccionados y seleccionados por la banda, cuya variedad amplía el rango sónico al cual nos tienen acostumbrados. En efecto, hay clásicos reinterpretados por renombrados productores de música electrónica como “I’m a Cuckoo” (tema sobresaliente de la década pasada, trabajado por The Avalanches) pero también hay ciertos experimentos con los cuáles la banda no está muy asociada, como “The Eight Station of the Cross Kebab House”, más cercana al reggae que al twee pop o la super bailable “I Didn’t See it Coming”, cuyo remix suena sacado de un disco de Pet Shop Boys y que por cierto, mejora a la original… por mucho.
Más allá de la música que hagan, cada canción de B&S debe de ser tomada como una breve novela que se debe atesorar en la memoria con el simple fin de reafirmar el concepto de estética, pues estos ejemplos de arte que vanaglorian lo bello de una manera tan sencilla y honesta, son demasiado escasos hoy en día.
Muchas bandas desearían lograr un disco con la narrativa tan especial de Belle and Sebastian y en este caso uno no debe de demeritar o dudar por el uso de este material… todo lo contrario.
* Escúchalo completo en The Guardian.
–