Anna Miranda
Hace unas semanas, los fans de Bruce Springsteen no podían creer lo que veían: Los precios de los boletos para su actual gira por Estados Unidos llegaban hasta los 5 mil dólares (100 mil pesos) cada uno.
Lo anterior se debe a una nueva práctica empresarial, a todas luces depredadora de Ticketmaster, conocida como “Precio dinámico”. Sí, como la famosa tarifa dinámica de servicios como el de Uber.
Esto hizo enojar no sólo a los seguidores de “El Jefe”, sino también a otros músicos, gente de la industria y al propio artista. Y sin embargo, Ticketmaster se salió con la suya. ¿Por qué?
De acuerdo con el sitio de noticias More Perfect Union, esto es posible porque dicha empresa ha tomado el control de todos los aspectos de la industria de la música en vivo al crear un monopolio.
“Este cartel de venta de entradas tiene el poder de destruir lugares y artistas que se niegan a trabajar con ellos. Incluso tienen su propia plataforma de reventa y alientan a los revendedores de boletos a robarle de esa manera a los fans”, dijo el periodista canadiense Cory Doctorow en un video publicado por dicho medio el pasado 20 de octubre.
El coautor del libro Chokpoint Capitalism, recuerda que durante 15 años antes de su fusión, Ticketmaster fue el proveedor dominante de servicios de venta de boletos en Estados Unidos, controlando el 80% de ese mercado, mientras que Live Nation era el promotor de conciertos más grande de ese país, controlando las salas de conciertos más grandes y a los propios artistas… Hasta que en 2009 Ticketmaster y Live Nation anuncian su fusión.
Es así como el imperio corporativo de Ticketmaster / Live Nation se comenzó a comportar como un matón en un patio de recreo, creando una cultura del miedo en la que nadie más de la industria de la música en vivo se atrevía a hablar en contra de ellos, como constató el propio Doctorow cuando intentó recopilar algunos testimonios para su investigación.
En cuanto a las leyes antimonopolio de EU, poco se pudo hacer para limitar el poder de estas empresas, consiguiendo sólo que Ticketmaster vendiera algunas partes de su emporio a otras empresas más pequeñas.
También dominan la reventa
De acuerdo con Cory Doctorow, Ticketmaster también domina esta parte del negocio, por medio de su propio software de reventa, llamado Trade Desk y con el que según una investigación de 2018 la empresa había alentado e incentivado a los revendedores a establecer precios de reventa de boletos enormemente altos… En el mismo producto que ellos mismos (Ticketmaster) ya habían vendido previamente.
Recientemente la Administración del presidente Joe Biden adoptó una postura mucho más firme en contra del poder de los monopolios y emitió una orden ejecutiva para proteger la autonomía y la privacidad de los consumidores.
“Si se lo toman en serio, el monopolio de Ticketmaster tiene que estar en la agenda del Departamento de Justicia. Necesitamos dividir a los acosadores de Ticketmaster (quienes) acosan a los artistas más pequeños al negar la gestión, intimidan a los grandes artistas controlando los precios de sus entradas y defraudan a sus fanáticos e intimidan a los clientes para que paguen precios exorbitantes por las entradas, no sólo al permitir la reventa, sino también al cobrar tarifas masivas por cada entrada”, subraya Doctorow.
Para el periodista, todo esto equivale a un entorno en el que la competencia se ha eliminado por completo del ecosistema de la música en vivo, lo que empeora las cosas para todos, excepto para los ejecutivos de Ticketmaster y Live Nation, que ganan millones de dólares anuales.
“Tenemos que actuar ahora y darle la debido importancia a las continuas violaciones de Ticketmaster, necesitamos desenredar ese monopolio y romperlo”, puntualiza.
Ve el video completo de Cory Doctorow aquí.