ESTEBAN CISNEROS
1. “Avanzar y aprender”. O como decía Pete Meaden, mítico personaje de la escena londinense pre-swinging sixties e ideólogo de los primeros The Who: “Vivir limpio en circunstancias difíciles”. Dos lemas que resumen la filosofía de los mods, los true mods, continuadores de un movimiento subterráneo que, a cincuenta años, mantiene su esencia y atractivo entre muchos seguidores.
2. Y en ese sentido probablemente sea correcto llamar aún “The Modfather” a Paul Weller. Más allá de purismos y retromanías, parece vivir en un estado de permanente curiosidad e inquietud. Se nota en cada nuevo álbum (y en últimos años, de esos hay muchos en su currículum). A Kind Revolution, su más reciente colección de canciones, da cuenta de ello.
3. Paul Weller trabaja duro. Y parece encantarle cada segundo de ese esfuerzo. Ya lejos del punk afilado y sudoroso de The Jam, el puto amo (honor a quien honor merece) ha explorado distintas músicas, casi todas con solvencia; A Kind Revolution es otro de esos discos de Weller que se clava en distintos subgéneros de canción para jugar con sus reglas, torcerlas un poco y salir con un producto nuevo. En la mayoría de los casos el experimento es exitoso.
4. Porque más allá de formalismos, Paul Weller sabe hacer canciones. Y un disco con ellas, una a una trabajada con afecto y desvelo, se agradece siempre. Porque no, no es el trabajo magno de Weller; lo que emociona es que, a este paso, seguramente llegará otra dilatada obra maestra pronto.
5. Cabe decir también que este juego no es gratuito ni caprichoso: hay jazz, soul ojiazul, psicodelia, folk y rock no por jactancia u ocurrencia, sino porque son soportes perfectos para las canciones. Weller, a 40 años de su debut con The Jam, tiene muchas cosas que decir. Sus observaciones son aún punzantes, además de buen antídoto contra la calentura y la estupidez del mundo de hoy.
6. Vistos los tiempos políticos en la Gran Bretaña (y en el resto de este enfermo planeta), A Kind Revolution es un título significativo. Muy.
7. ¿Canciones favoritas? Hay calidad aquí. “Woo Sé Mama” y “Nova” son opciones inmediatas, porque además de profundas son hits pegadizos y sustanciales. “The Cranes Are Back” y “Long Long Road” son temas lentos e íntimos (pero épicos), de esos que Weller ha escrito a raudales en últimos años con poquísimos tropiezos.
“She Moves With The Fayre” es una fantástica colaboración con Robert Wyatt y “One Tear”, con Boy George en la voz principal, es un arriesgado tema para las pistas de baile. “Hopper” es un regreso estilístico a los 60, la década soñada del Modfather. Y, venga, hablo en serio: ¿Soy yo o Weller se fusiló “Tu Cárcel”, de Los Bukis en su excelente “New York”?
8. Un nuevo disco de Paul Weller es siempre buena noticia y no me canso de decirlo. Porque el señor siempre me da buenos argumentos. Ser un pop fan y no seguir a Weller aunque sea para ver cuál es su siguiente paso es una contradicción tremenda.
C/S.