CYNTHIA RODRÍGUEZ • ¿Quién te hubiera gustado ser en otra vida? ¿Dónde te hubiera gustado vivir, en qué hubieras trabajado, qué modas estéticas hubieras seguido o impuesto?
Parece que a Sean Nicholas Savage le hubiera gustado estar en todas partes. Las portadas de sus discos en Bandcamp nos llevan lo mismo a un Chinatown occidentalizado que a alguna playa europea imaginaria; lo mismo a un campo nudista abstracto, que a un filme impresionista o un retrato de sociedad.
En la portada de Other Life, su nuevo material discográfico, Savage deja de ser un explorador o un travestido para parecer un hijo bastardo de John Waters atrapado en los ochentas. La canción inicial, “She Looks Like You”, tiene aires del “True Colors” de Cyndi Lauper, pero con mayor delicadeza. La voz de Savage no hace honor a su apellido: es dócil y está domesticada, pero no quiere decir que sea débil. Al contrario, su sutil honestidad es avasallante.
Es en el tema homónimo de este álbum donde el cantautor canadiense nos cuenta sus no tan secretos deseos: “Voy a vivir mi otra vida, le daré una oportunidad al otro lado, quizás probaré mi otra vida esta noche”. Se acostará con su best friend, pero también quiere “con esta gente que nunca he conocido, lugares a los que nunca he llegado”.
Así, vamos viajando con él durante el resto del disco, de historia en historia, de amante en amante, con la misma cadencia nocturna de un principio. Reconoce en “You Changed Me” que “me cambiaste, te cambié, es verdad” para luego pedirte que cambies de parecer en “Change Your Mind”.
Desahoga sus nostalgias en la contagiosa “We Used to Live in a Dream” e inmediatamente después, en “Bygone Summer”. Son piezas breves, duran un promedio de tres minutos y medio, como cualquier canción pop. Y sí, esto es pop.
En Tiny Mix Tapes le dicen “outsider pop”, casi como Ariel Pink y desequilibrados similares. Pero esta burda honradez, esta habilidad de cuentacuentos y esta balada lo-fi están fríamente calculadas. Se acerca más a Hall and Oates, o más bien a la reinterpretación de Hall and Oates por parte de The Bird and The Bee. “Chin Chin” bien podría ser un lado B del afamado dúo.
Si regresamos al aquí y al ahora, podemos compararlo a Destroyer, proyecto de su compatriota Dan Bejar. No contará con los elementos (o no los querrá) para una producción nítida, pero Other Lives es pura sofisticación.
Escucha el disco Other Life aquí:
–