DAVID MELÉNDEZ
Agrupaciones que paso a paso crecen y conforman un sonido distintivo, son las más entrañables. El caso del cuarteto londinense Flyte va por buen camino y son una de las promesas británicas para explotar en los próximos años con inusitada fuerza.
Su historia no tiene nada de mágica, salvo por el duro y dale del esfuerzo diario para generar canciones que sepan colarse al oído con franca facilidad. Claro, el boca a boca fue creciendo a partir de finales de 2013 y, tras un EP de tres cortes (titulado llanamente The Live y producido por la astucia santa del ingeniero de Radiohead y productor de The Vaccines, Dan Grech-Marguerat) y un fastuoso sold out en el Lexington de Londres, su historia empezó a bordarse con letras doradas.
Si bien es cierto que han alargado su estadía en el segmento de grupos que aún no debutan con un álbum en forma y que van soltando a cuenta gotas sencillos de excelentes a memorables, Flyte ha llegado a consolidarse en la escena británica de manera contundente a base de canciones sueltas.
Basta el ejemplo de “Close together”, que es un pop rock desparpajado con pinchos de calipso, un toque de garage ríspido y elegante siseos en guitarra rítmica que le brinda un detalle lustroso a la canción (además de pegajosa), al igual que “Please Eloise”, más cargado al rock combativo de parones y arranques estilo Orange Juice pero con un outro central de sintetizadores celestiales que los acercan al preciosismo de Tame Impala por segundos. O la suntuosa “Light me up”, con dejos mágicos de Hall & Oates y Tears For Fears.
Will Taylor (voz, guitarra), Nick Hill (voz, bajo), Sam Berridge (voz, guitarra, sintetizador) y Jon Supran (voz, batería), están sobre la pista de despegue. Bandas como Casual Sex, Theme Park o la irreverencia de Vampire Weekend son sus parientes musicales más próximos.
Esperemos que su debut eche raíces de verdad.
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