MAURICIO “MICRO” ESPARZA
Aunque podría parecer que hay ciertos espacios musicales de vanguardia que aún son vírgenes en la música mexicana, siempre que indagamos tantito encontramos referencias.
Concretamente en la música instrumental experimental electrónica hay casos notables. Aislados, sí, pero verdaderamente notables. Mencionaría tres discos que en lo personal me han marcado: primero Decibel (Orfeón, 1980), que al día de hoy es objeto de culto. Luego Música Para Después de la Batalla (Nuclear, 1989) del proyecto Masos, que me vuela la cabeza. Y, por supuesto, si hablamos de música electrónica instrumental en México, no puedo dejar de mencionar a Fernando Corona, alias Murcof, quien desde los inicios de Nortec, bajo el seudónimo de Terrestre, ha llevado una carrera impecable, actualmente reconocido en las esferas más altas de música de vanguardia electrónica.
Siguiendo esa línea, ahora aparece De Osos y nos presenta cinco cortes que conviven en un EP llamado Instrucciones para Dejar ir. Proyecto novel originario de la colonia Piloto, en el DF, el responsable detrás se llama Arturo Luna, quien tiene una formación más indie, al lado de bandas un tanto más rockeras, como Hoax Empire, cuestión que está reflejada en su proyecto paralelo De Osos, que si bien en esencia podríamos etiquetar como electrónica instrumental, también tiene mucho de post-rock e incluso encontramos en la instrumentación una mezcla de dos mundos, conformada primero por la gran base de electrónica, para integrase al los sonidos acústicos del piano y batería, interpretados por el mismo Arturo, lo que sin duda le da un sentido más indie.
Los rockeros solemos quejarnos de lo monótona que puede llegar a ser la electrónica, y lo es, sin duda gracias a los loops, beats repetitivos, el house a 120 bpm… y muchas estructuras establecidas e incluso ciertas fórmulas que buscan el éxito descarado. Sin embargo, en De Osos estas recetas no aplican, porque no se sigue esa estructura predeterminada, seguramente por las raíces musicales de su creador, que sin duda le da otra textura y genera una empatía diferente. Una cosa notable son los contrastes, porque lo mismo tenemos temas introspectivos, como podría ser “Nova” que momentos llenos de energía industrial en “León”.
Seguir rutas, marcar nuevas veredas, dejarse llevar “Algo. Siempre”; caminar entre sonidos y silencios sin saber a donde vamos, abrir paso. En un contexto independiente que no es de todos, solo nuestro. Desde las horas prestadas en un estudio de grabación, partiendo de las ideas generadas en una cabeza que se recuesta en una almohada de un pequeño espacio en una colonia del DF ubicada entre Mixcoac y Santa Fe.
Bienvenido pues De Osos, bienvenido Arturo Luna, a este fascinante mundo alterno de la electrónica instrumental mexicana, donde lo mejor aún está por venir.
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